El mercado laboral en Estados Unidos cerró diciembre de 2024 con un descenso en la tasa de desempleo, que alcanzó el 4,1 %, según el Buró de Estadísticas Laborales (BLS). Esta disminución de una décima respecto al 4,2 % registrado en noviembre refleja una creación de 256,000 nuevos empleos, superando las expectativas de los analistas.
La reactivación laboral se manifestó de manera destacada en sectores clave como la sanidad, el gobierno y la asistencia social. Además, el comercio minorista, que había mostrado pérdidas en noviembre, cerró el año con cifras positivas gracias al impulso de la temporada navideña.
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El informe del BLS también desglosó la tasa de desempleo por segmentos de la población. Entre los hispanos, el desempleo fue del 5,1 %, mientras que para los trabajadores blancos la cifra se situó en 3,6 %. En el caso de las mujeres, la tasa se redujo a 3,8 %, ligeramente superior al 3,7 % de los hombres. Sin embargo, los adolescentes enfrentaron un desempleo significativamente más alto, con una tasa del 12,4 %.
Este panorama refleja los desafíos y las oportunidades del mercado laboral estadounidense. Aunque ciertos sectores muestran recuperación, los jóvenes continúan enfrentando obstáculos para incorporarse a la fuerza laboral.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, destacó el robusto desempeño del mercado laboral. En un comunicado, subrayó que Estados Unidos mantiene “el crecimiento y la creación de empleo más fuertes entre las economías avanzadas”. Desde el inicio de su mandato, según sus declaraciones, se ha logrado la tasa de paro más baja en medio siglo y se han generado más de 16,6 millones de empleos.
Sin embargo, este progreso llega en un momento de transición política. Donald Trump asumirá la presidencia en las próximas semanas, tras vencer a Kamala Harris en unas elecciones donde la inflación desempeñó un papel crucial en la decisión del electorado.
A pesar de la sólida creación de empleo, la inflación sigue siendo una preocupación latente. Los ingresos por hora trabajada para empleados no agrícolas aumentaron un 0,3 % en diciembre, lo que, sumado a la fuerte actividad económica, dificulta una reducción significativa de los precios.
La Reserva Federal (Fed), cuya misión incluye mantener la inflación por debajo del 2 %, fomentar el pleno empleo y asegurar el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), comenzó un ciclo de recortes en las tasas de interés en septiembre. No obstante, la fortaleza del mercado laboral y otros indicadores económicos limitan las posibilidades de moderar la inflación a corto plazo.
Según Roger Ferguson, exvicepresidente de la Fed, aunque los datos laborales son alentadores, también sugieren que “la inflación podría ser más resistente de lo que anticipaban los responsables de la política monetaria”.
De cara al futuro, los analistas continúan evaluando el impacto de las decisiones de la Reserva Federal y la nueva administración de Donald Trump en el mercado laboral y la inflación. La incertidumbre sobre el rumbo económico persiste, pero los datos recientes sugieren una economía resistente y con capacidad para mantener un crecimiento sostenido.
La continuidad del crecimiento del empleo en sectores clave como tecnología, salud y energía será crucial para mantener la estabilidad del mercado laboral. Además, la recuperación del comercio minorista podría indicar una mejora en la confianza del consumidor, un factor esencial para el dinamismo económico.
El desempeño de la economía estadounidense tiene repercusiones globales. Como una de las principales economías del mundo, sus tendencias laborales y monetarias influyen en los mercados internacionales. Un mercado laboral fuerte podría incentivar la inversión extranjera directa y mejorar las perspectivas de crecimiento en otras economías.
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