De acuerdo con Goldman Sachs Group Inc, debe haber esceptisismo entre los inversionistas frente a que, la popularidad de las criptomonedas se traduce en precios más altos.
En el caso de Bitcoin, por ejemplo, se ha vuelto una plática recurrente el alza en su cotización, su comportamiento a lo largo de sus 13 años de existencia, sin olvidar su aceptación y popularidad.
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«La adopción generalizada (de las criptomonedas) puede ser un arma de doble filo”, escriben los investigadores de Goldman Sachs, Zach Pandl e Isabella Rosenberg.
“Si bien puede aumentar las valoraciones, también es probable que aumente las correlaciones con otras variables del mercado financiero, reduciendo el beneficio de diversificación que da mantener este tipo de activos”.
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La correlación de las criptomonedas con otros activos ha aumentado al grado de que, actualmente las mismas se encuentran en el centro de recientes rotaciones entras las clases de activos.
Los investigadores explican que el precio del Bitcoin parece estar correlacionado positivamente con los indicadores de riesgo de los precios al consumo, como la inflación y los precios del petróleo, así como las acciones tecnológicas, y negativamente con las tasas de interés reales y el dólar.
Y a pesar de que las criptomonedas no se encuentran reguladas por un banco central, los expertos de Goldman Sachs señalan que las criptomonedas “no serán inmunes a las fuerzas macroeconómicas, incluido el endurecimiento monetario de los bancos centrales”.
Goldman Sachs ha dicho en el pasado que el Bitcoin competirá abiertamente con el oro, lo que llevaría eventualmente a que esta criptomoneda alcance una cotización de US$100,000. Esto a pesar de la volatilidad y las altas y bajas de su cotización.
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