Con el parque de energía solar Mata de Palma, la multilatina guatemalteca Corporación Multi Inversiones (CMI) hace su ingreso al sector de generación eléctrica dominicana, de la mano del mercado internacional de capitales, porque financió su adquisición con recursos obtenidos en una emisión de bonos verdes.
La emisión la hizo CMI Energía, compañía que forma parte de CMI Capital, una de las dos grandes unidades de negocio de CMI, en una operación en la que levantó US$700 millones, a través de la emisión de los bonos verdes, a la que acompañó de un crédito sindicado por US$300 millones, destinado a la refinanciación de sus pasivos.
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Los bonos verdes le sirven a CMI Energía para continuar sus proyectos de expansión en energías renovables en la región de Centroamérica y el Caribe.
En esta estrategia se enmarca la compra de Mata de Palma, un parque con capacidad instalada de 50 MW, que se agrega a su portafolio de generación de energía renovable que ya suma 800 MW en seis países: Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, El Salvador y República Dominicana.
Mata de Palma cuenta con más de 200 mil paneles solares. Fue desarrollado por la española BAS Corporation y construido por Dominion. La adquisición de la multilatina centroamericana se pactó en US$72.5 millones.
El CEO de CMI Energía, Enrique Crespo, explica a Market Brief la importancia de la emisión de bonos verdes y su ingreso al escenario dominicano.
A continuación compartimos un fragmento de la entrevista:
¿Cómo surgió la idea de hacer una emisión verde?
La lógica de la emisión tiene que ver con la historia de desarrollo de los activos de energía renovable. Cada uno se desarrolló individualmente en cada país con su propia solución financiera, que se apoyó en la banca multilateral con la que desarrollamos muy buena relación, como el BCIE, el Banco de Desarrollo Holandés FMO, el Banco de Desarrollo Francés o la International Finance Corporation.
Estas estructuras de financiación de proyectos tienen muchas restricciones financieras en cuanto a reserva de caja, por ejemplo, y se atrapa mucho cash.
Ello es lógico y razonable mientras el proyecto se ejecuta, pero llegamos a una etapa de maduración en la cual todos los proyectos están en operación con contratos de largo plazo y contrapartes muy reconocidas, y esa estabilización de los activos nos permitió repensar la financiación, para buscar una estructura más flexible en términos de amortizaciones de capital y más eficiente en términos de costo financiero y de consolidación operativa.
Entonces, de la mano de expertos, optamos por una emisión de bonos verdes, porque es una solución que cumple esos objetivos. Con la colocación logramos repagar los créditos que tenían los activos originales, liberamos caja que nos va a permitir seguir creciendo en renovables y logramos ahorros importantes en términos de costo financiero.
¿Cuánto capital consiguió CMI Energía con esa operación?
Fue un bloque total de US$1,000 millones, que tenía US$700 millones de la emisión y US$300 millones, parte de un paquete de sindicación bancaria con bancos regionales.
Se supone que los bonos verdes financian proyectos verdes, ¿pero una refinanciación como la de CMI también es viable de ser considerada verde?
Sí, siempre y cuando los activos subyacentes que van a servir como garantía de la emisión estén certificados como verdes, en este caso, activos de generación de energía renovable. Fuimos certificados.
En nuestros activos tenemos un balance entre tecnologías de energía renovable: casi un 25% de nuestro portafolio es hidroeléctrico, un 35% eólico y el resto es solar. Toda la generación y los activos son de energía verde.
¿Es la primera empresa que hace este tipo de emisiones en Centroamérica?
Somos pioneros en la emisión. Lo más atractivo y que captó la atención de los inversionistas fue nuestro nivel de diversificación no solo tecnológico, sino geográfico. Tenemos activos de generación hidroeléctrica en Guatemala, eólica en Honduras, Nicaragua y Costa Rica, y solar en El Salvador, Honduras y República Dominicana.
¿Por qué decidieron invertir en República Dominicana?
Desde el 2000 CMI está presente en este país con nuestros negocios de alimentos. Adquirimos Molinos del Ozama, industria molinera que originalmente era del estado dominicano.
Luego, en una licitación, fue comprada una parte por el grupo Malla y nosotros compramos la participación de Malla. Somos socios del Estado dominicano.
La entrevista completa se puede consultar en la revista Market Brief de Enero
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