A pesar de la adversidades como la pandemia por covid-19, las pausas en las cadenas de suministros, la guerra en Ucrania y los altos niveles de inflación en diversas economías del mundo, el balance económico de este 2022 para América Latina y el Caribe «presenta una tasa de crecimiento superior a la esperada durante el primer semestre del año y una desaceleración durante el segundo semestre», de acuerdo con un reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Según el Balance preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2022, se prevé que la desaceleración que se observó en la segunda mitad del año se mantendrá en el 2023, «lo que permite prever que la tasa de crecimiento del próximo año será significativamente menor que la de 2022».
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Por otro lado, el Producto Interno Bruto mundial también se revisa a la baja. La Cepal explica que este año cerrará con un crecimiento del PIB de 3,1 %; antes de la guerra en Ucrania la estimación se ubicaba en 4,4 %. En ese sentido, se espera que la desaceleración lleve al PIB global a un crecimiento de 2,6 %. La proyección de crecimiento del volumen de comercio mundial para el próximo año se estima en 3,4 % en abril a solo 1,0 % en octubre.
Las economías avanzadas crecerían un 0,6 %, mientras que las emergentes y en desarrollo lo harían un 3,7 %.
Cuando la guerra en Ucrania estalló el 20 de febrero, las preocupaciones sobre una escalada en el costo de las materias primas se materializó, particularmente en la energía, metales y alimentos. Actualmente y a pesar de que el conflicto sigue activo, «los precios de las materias primas en general (…) se han ajustado a la baja y, para 2023, se espera que continúe esta tendencia».
La Cepal indica que la proyección de la inflación para las economías avanzadas cerraría 2023 en un 4,4 %; en el caso de las economías emergentes y en desarrollo, la cifra es 8,1 %. Respecto a estas proyecciones, se especifica que si bien las tasas son casi 2 y 2 puntos más bajas, respectivamente, que las de 2022.
El alza en el precio de las exportaciones se tradujo en una desaceleración de las mismas. El valor de las exportaciones de bienes de América Latina se expandirá, dice la Cepal, un 20 % en 2022; en 2021 se ubicaba en 28 %. El volumen tendrá un crecimiento más discreto, de un 6%, concordante con el menor dinamismo económico en los principales socios comerciales de la región.
Para 2023, la Cepal dice que la región en su conjunto tendrá necesidades de financiamiento del orden de los US$571,000 millones para, entre otras cosas, hacerle frente al pago de compromisos de deuda externa, que se ubica en aproximadamente US$462,000 millones, al igual que la financiación del déficit de cuenta corriente en la balance de pagos, estimada en US$109,000 millones.
La Cepal también agega que las surbregiones de América Latina y el Caribe experimentarán un menor crecimiento en el 2023.
Por ejemplo, américa del Sur crecería un 1 %; Centroamérica y México 1,6 % y el Caribe, sin tomar en cuenta a Guyana, crecería un 3,3 %
«Con estas tasas de crecimiento estimado para 2022 y 2023, en el decenio 2014-2023, la región experimentará un crecimiento incluso menor que el de la llamada “década perdida” de los años ochenta. El crecimiento promedio será del 0,9%, menos de la mitad del 2,0% registrado durante la crisis de la deuda externa», indica Cepal.
Gabriel Rico Albarrán
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