En el mundo del tabaco, la complejidad y la pasión detrás de cada cigarro son elementos que han capturado la atención de muchos amantes de la cultura del cigarro, entre ellos un destacado profesional del sector de bebidas en República Dominicana. Christian Lama, embajador de La Tabacalera, con más de diez años de experiencia en el ámbito de los destilados, proviene de Santiago, lo que le ha permitido establecer un lazo profundo con el universo del cigarro.
Desde la plantación hasta la manufactura, el proceso de elaboración de un cigarro es un arte que requiere dedicación y pasión. La meticulosidad con la que los cultivadores y fabricantes trabajan cada etapa, desde el crecimiento de la planta hasta la creación de un producto de alta calidad, resuena profundamente en quienes tienen el privilegio de comprender este proceso. Así lo siente este profesional, quien aprecia la elevada pasión que cada persona involucrada imprime en su trabajo, lo que hace que cada cigarro cuente una historia única.
«Todo puro es un cigarro, ahora no todo cigarro es un puro.»
Con el tiempo, su experiencia en el sector de los destilados le ha proporcionado un paladar entrenado, capaz de discernir tonalidades y perfiles de sabor en los cigarros, facilitando su entendimiento y disfrute del producto.
Este conocimiento, además, ha sido fundamental en su labor en La Tabacalera, una histórica empresa que ha estado activa desde 1902 y que es reconocida en la República Dominicana no solo por sus cigarros elaborados a mano, sino por su contribución a la cultura tabacalera en el país.
Este profesional se unió a La Tabacalera bajo la sombrilla de Japan Tobacco International, donde se le encomendó el desarrollo de marcas específicas. Su entusiasmo por el portafolio de cigarros hecho a mano lo llevó a explorar la rica historia detrás de cada marca. A medida que pasaron los años, se dio cuenta del potencial que existía para resaltar y expandir la oferta de productos de La Tabacalera.
La Tabacalera, altamente considerada por su capacidad de distribución, ha comenzado a diversificar su portafolio para incluir no solo productos derivados del tabaco, sino también otros en áreas afines. Este enfoque ha permitido a la empresa aprovechar el auge mundial que experimenta la industria del cigarro, un fenómeno que también impacta en la República Dominicana. En este sentido, el profesional ha estado al frente de varios lanzamientos de productos premium, como el «Vega Real Edición Especial» y el “La Habanera 120 Aniversario”, demostrando su compromiso con la calidad y la tradición.
La creación del «120 Aniversario» es un testimonio del deseo de La Tabacalera de exaltar las raíces dominicanas y ofrecer un producto que represente la verdadera esencia de lo que significa un puro dominicano. Este cigarro no solo destaca por su calidad, sino que también busca educar y elevar el aprecio por el cigarro entre los consumidores. La clara diferenciación entre un puro y un cigarro es un aspecto que se enfatiza, reforzando la idea de que, aunque todo puro es un cigarro, no todo cigarro puede ser considerado un puro.
El compromiso de este profesional va más allá de simplemente desarrollar productos; él se siente parte de un esfuerzo mayor que apoya no solo a La Tabacalera, sino a toda la industria tabacalera del país, un sector que ha sido fuente de ingresos y sustento para muchas familias. Su pasión por el tabaco lo impulsa a seguir explorando y promoviendo marcas nacionales, generando un impacto positivo tanto en el mercado local como en la percepción internacional del tabaco dominicano.
Así, cada cigarro no solo se convierte en un producto, sino en una celebración de la cultura, la historia y el trabajo de aquellos que, desde la tierra hasta la fábrica, dedican su vida a este apasionante arte.
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