Desde su visión geopolítica hasta su admiración por República Dominicana como hub emergente, Duque dejó una hoja de ruta clara: navegar el mundo VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) exige liderazgo, prudencia y visión estratégica.
Para Iván Duque, República Dominicana representa una rara excepción en América Latina: una democracia estable, con crecimiento sostenido y una política exterior equilibrada.
El expresidente colombiano elogió abiertamente la gestión de Luis Abinader, a quien considera “uno de los mandatarios más exitosos del continente” por su espíritu gerencial, su defensa de la democracia y su enfoque pragmático hacia el empresariado.
Luis (Abinader) no tiene prejuicios ideológicos, gobierna con valores, pero con eficacia”, afirmó el expresidente de Colombia, Iván Duque
Duque destacó además el potencial del país para atraer talento global, impulsar el empleo formal y consolidarse como hub de servicios y turismo en la región. Advirtió, sin embargo, que será clave diversificar la matriz energética y seguir combatiendo la pobreza multidimensional para sostener su posición competitiva.
Uno de los temas que Duque ha promovido internacionalmente es la economía naranja, el conjunto de industrias creativas y culturales que, en países como Colombia, ya superan en peso económico a sectores tradicionales como el café o la minería.
Estamos hablando de un sector que representa más del 5 % del PIB colombiano y que seguirá expandiéndose gracias a la creatividad humana apalancada por la tecnología”, señaló.
En ese contexto, animó a República Dominicana a incorporar este modelo en su estrategia nacional de desarrollo, aprovechando su riqueza cultural, festivales, patrimonio ancestral y potencial para convertirse en epicentro del cine en el Caribe.
Consultado sobre la llegada al poder de Gustavo Petro, Duque desestimó las explicaciones simplistas: “Es reduccionista decir que Petro ganó por lo que yo hice o dejé de hacer”. En su análisis, la izquierda colombiana lleva dos décadas construyendo presencia territorial y electoral, un proceso que, según Duque, debe ser entendido para construir coaliciones más amplias en el futuro político del país.
Duque también compartió su visión sobre los Estados Unidos bajo una nueva administración de Donald Trump. Si bien reconoció el apoyo que recibió durante su mandato en temas como narcotráfico y migración venezolana, advirtió sobre un giro hacia el “minilateralismo”, donde priman negociaciones bilaterales sobre el multilateralismo tradicional.
En el plano económico, alertó sobre las tensiones entre las políticas fiscales y monetarias de EE. UU. y sus efectos globales:
Si Estados Unidos sigue con déficit alto y deuda elevada, los mercados emergentes lo pagarán con tasas más altas y menor acceso a capital”.
Duque también hizo hincapié en el dilema actual: si la Reserva Federal no logra reducir la inflación de forma estructural, una baja de tasas podría ser insostenible. “El rebote del crédito dependerá de que el descenso en tasas esté acompañado por una inflación controlada”, afirmó.
Aunque recalcó que no es un “gurú de inversiones”, enfatizó que la clave hoy es la diversificación inteligente del portafolio y el monitoreo constante de las dinámicas regulatorias y macroeconómicas.
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.
