Conversar sobre inteligencia artificial desde cualquier perspectiva, puede resultar fascinante. Así lo expresa Mónica Villafaña, socia del despacho Ulises Cabrera. «Desde la visión empresarial y legal, la inteligencia artificial puede causar múltiples daños. La IA no solamente presenta información, sino que puede generar conocimiento nuevo».
Explica que algunos entienden que la inteligencia artificial «pudiera ser referida o asimilada a entidades autónomas; que en ella misma recaiga su propia responsabilidad».
«Ahí se presenta para el abogado, el legislador, para el juez, que tienen que interpretar esto: si van a ser entidades autónomas, quiere decir que son sujetos de derecho, y si son sujetos de derecho, tendrían que ser beneficiaros de ciertos derechos a su vez», Mónica Villafaña.
Por otro lado, Magdalena Almonte, socia de Ulises Cabrera, recalca que ni siquiera las grandes potencias se han atrevido a legislar la IA, «porque su intención no es limitar su uso, sino limitar un uso desmedido o ilegítimo».
«Si bien los riesgos no pudieran ser eliminados, éstos pudieran ser mitigados», agrega. «Nuestras recomendaciones o sugerencias irían en el sentido de establecer políticas internas para un uso efectivo de la herramienta. (…) Estas políticas debieran contener aspectos éticos, técnicos y legales», Magdalena Almonte.
En el caso de Ulises Cabrera, la socia Heidy Moronta explica que buscan ser proactivos en lugar de reactivos, «para ir un paso adelante de lo que está sucediendo». «Otra cosa que hacemos es entender el negocio de nuestros clientes, qué hacen, cómo lo hacen, porque eso nos ayuda para poder ofrecerles y entender qué cambios le impactan y cómo le impactan».
De forma interna, fomentan la educación continuada para que cada integrante se mantenga informado.
