La República Dominicana enfrenta un escenario complejo en su lucha contra el cambio climático. Sara González, vicepresidenta de la COP30, destaca la importancia de una adaptación efectiva y la necesidad de integrar la sostenibilidad en el desarrollo económico y social. En una conversación profunda, comparte su visión sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta el país para abordar esta crisis global.
Para González, el cambio climático no es solo una amenaza, sino también un impulsor de transformaciones positivas. Según su perspectiva, “el cambio climático se responde con desarrollo sostenible”. Esto implica abordar el problema desde tres aristas fundamentales: ambiental, económica y social. Aunque reconoce que el país aún tiene un largo camino por recorrer, subraya que la adaptación y la gestión del riesgo son esenciales para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
González enfatiza la importancia del sector privado en la lucha contra el cambio climático. “Los reguladores hacen lo que el sector privado necesita”, asegura, destacando cómo las empresas pueden impulsar iniciativas sostenibles al colocar el cambio climático en el centro de sus estrategias. Además, resalta que las políticas públicas también han comenzado a incorporar la adaptación climática en aspectos como el ordenamiento territorial, una prioridad establecida desde la Constitución.
La colaboración entre el sector privado y los reguladores es clave para gestionar los riesgos asociados con fenómenos naturales extremos, como huracanes o sequías, y fenómenos paulatinos, como la erosión del suelo. Este enfoque busca preservar tanto el presupuesto nacional como las inversiones privadas, promoviendo la estabilidad económica del país.
Uno de los objetivos destacados por González es alcanzar la autosuficiencia alimentaria y energética. Enfatiza que la República Dominicana tiene un enorme potencial para la generación de energía solar y eólica. “Aquí hay más sol y más viento que petróleo”, afirma, subrayando la importancia de aprovechar estos recursos renovables para reducir la dependencia de combustibles fósiles y avanzar hacia un modelo energético sostenible.
Además, destaca la necesidad de mejorar el uso del suelo para garantizar la seguridad alimentaria. Medidas que integren tecnologías avanzadas y buenas prácticas agrícolas podrían no solo mitigar los efectos del cambio climático, sino también fortalecer la economía rural y la resiliencia de las comunidades.
Como vicepresidenta de la COP30, González tiene un rol clave en la próxima conferencia sobre cambio climático, que se llevará a cabo en Brasil en 2025. Describe la COP30 como un evento crucial que combina negociaciones internacionales y una feria de innovaciones tecnológicas. Este encuentro anual permite que los países colaboren en la implementación de acuerdos climáticos y exploren soluciones innovadoras.
En representación de la República Dominicana, González busca servir como un puente entre el Caribe y América Latina. Su objetivo principal es apoyar la presidencia de Brasil y fomentar un diálogo constructivo entre los países participantes para alcanzar metas concretas en la lucha contra el cambio climático.
González destaca que la adaptación debe ser la prioridad para el país. Reconoce que, aunque es importante mitigar los efectos del cambio climático, ya no es posible revertir muchos de los daños causados. “No hay vuelta atrás”, asegura, haciendo hincapié en la necesidad de prepararse para enfrentar los retos actuales y futuros.
Según González, el país debe trabajar en medidas concretas, como la protección de la infraestructura costera, la gestión sostenible del agua y la implementación de sistemas de alerta temprana para desastres naturales. Estas acciones no solo contribuirán a la resiliencia del país, sino también a proteger las inversiones económicas y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Para González, la sostenibilidad no es un destino, sino un viaje que requiere adaptación constante. Utiliza la metáfora de un camino con curvas y paradas necesarias para recalibrar estrategias. Esta visión enfatiza la importancia de ser flexibles y proactivos frente a los retos cambiantes del cambio climático.
Este enfoque también subraya la necesidad de educar y sensibilizar a la población sobre la importancia de la sostenibilidad. Al integrar la adaptación climática en todos los niveles de la sociedad, la República Dominicana puede avanzar hacia un futuro más resiliente y sostenible.
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