Casa Fiori: el lujo artesanal hecho en República Dominicana - Revista Mercado

Casa Fiori: el lujo artesanal hecho en República Dominicana

Por Jhojhanni Fiorini | agosto 18, 2025


Fundada en 1984 y relanzada en 2016 por Laura Pimentel y Aleksandar Kirilov, Casa Fiori se ha consolidado como un referente de la marroquinería artesanal de lujo en República Dominicana. La marca, reconocida con el Premio Diseño Artesanal en The Best of DR 2025, refleja la unión entre tradición, autenticidad y estética contemporánea.

“Renacer una marca no solo exige visión, sino también valentía”, afirma Laura Pimentel, quien junto a Kirilov asumió el reto de dar nueva vida a Fiori. Más que un relanzamiento, la propuesta ha creado un universo propio en el que cada pieza cuenta una historia.

El nuevo espacio en Santo Domingo combina showroom y taller en un mismo lugar. Allí, los clientes no solo adquieren un producto. También viven una experiencia inmersiva al observar cómo un pedazo de cuero se transforma en una cartera exclusiva.

Artesanía, exclusividad y lujo consciente

Cada pieza de Casa Fiori se elabora a mano con cuero italiano de alta calidad y técnicas tradicionales transmitidas de generación en generación. Varios de sus artesanos tienen más de 30 años en el oficio. Esa experiencia garantiza un nivel de excelencia difícil de replicar en la producción masiva.

El verdadero lujo para nosotros es preservar los métodos tradicionales”, sostiene Aleksandar Kirilov.

Para él, el lujo no se mide por el precio, sino por la exclusividad, el respeto a la tradición y el vínculo entre los materiales y las manos que los trabajan.

El valor de Casa Fiori radica en la autenticidad de cada puntada. Sus colecciones son de ediciones limitadas, no por escasez estratégica, sino porque la producción artesanal exige tiempo, cuidado y devoción al detalle.

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Experiencias que conectan con el cliente

Uno de los proyectos más innovadores de la marca es My Fiori Party, un espacio donde niñas, jóvenes y adultos pueden diseñar y crear su propia cartera junto a los artesanos. Esta actividad se ha convertido en una experiencia de aprendizaje y empoderamiento que fortalece la conexión emocional con la marca.

Lo medimos por la satisfacción del cliente, no por el volumen de ventas”, explica Laura Pimentel.

Esa filosofía se refleja en la forma en que Casa Fiori concibe cada interacción con su público, desde un taller abierto hasta un café donde los visitantes pueden disfrutar de un evento mientras observan cómo se elabora una pieza única.

El nuevo espacio se ha convertido en un santuario creativo donde convergen elegancia y hospitalidad. Además de la producción, el lugar también acoge actividades privadas como cumpleaños, baby showers y eventos íntimos que refuerzan la idea de que Casa Fiori es, ante todo, una “casa” abierta a la comunidad.

Proyección internacional y compromiso sostenible

Casa Fiori ha trascendido fronteras con presencia en pop-ups en Madrid y distribución en Medio Oriente, gracias a la plataforma Casa DR. Su próximo desafío es expandirse en Estados Unidos, manteniendo como base el crecimiento sostenible y la fidelidad a los valores fundacionales.

La sostenibilidad es otro pilar clave de la marca. Los retazos de cuero son reutilizados o donados a instituciones educativas y artesanales, mientras que los jóvenes diseñadores dominicanos tienen acceso a pasantías que promueven el diseño consciente y la producción local.

El lujo también es tener a Julio, con 40 años en el oficio, cortando la piel con la maestría de quien conoce cada textura”, comenta Kirilov, subrayando que el capital humano es el verdadero tesoro de la marca.

En tiempos donde la automatización y lo digital dominan, Casa Fiori apuesta por rescatar lo humano y lo auténtico. Cada creación es un puente entre pasado y presente, tradición e innovación, República Dominicana y el mundo.

Un símbolo de identidad dominicana

Para Laura y Aleksandar, el éxito no se mide únicamente en cifras. Su misión es demostrar que la República Dominicana puede proyectar productos de alto nivel internacional sin perder su esencia artesanal.

Lo más importante es levantarse y seguir adelante por el sueño, incluso ante los obstáculos”, reflexiona Pimentel, destacando el valor de la perseverancia en la trayectoria de la marca.

Casa Fiori es hoy un símbolo de identidad y resiliencia. Cada pieza, cada experiencia y cada evento en su espacio narran la historia de un país que apuesta por la creatividad y la excelencia. En palabras de Kirilov:

Creamos productos reales, hechos por personas reales. Esa es la conexión que queremos preservar para el futuro”.

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