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Cuando hablamos de salud mental es importante tener una visión global de la misma. Desde que nacemos, estamos absorbiendo e interpretando nuestro entorno. Por tal motivo, es esencial que seamos capaces de mirar nuestro pasado con un enfoque de aprendizaje y crecimiento personal de cara a ser mejores personas en el futuro.
En este Mercado Women Interview, la Dra. Vanessa Espaillat directora del centro de formación y psicoterapia Continuum.
Lo más importante es no olvidarte de ti misma. Yo siempre pongo el ejemplo de lo que pasa cuando uno va en un avión que te dicen si hay una emergencia, primero póngase usted la máscara de oxígeno y después se la pone a sus hijos.
Es decir, un tiempo para uno misma, un tiempo para uno poder hacer algo que le agrade. Porque si tú te pasas el día entero trabajando y ayudando a los otros, llega un momento que te olvidas de ti misma, te olvidas de existir, de ser, que es lo más importante en la vida y de repente el tiempo va acumulándose.
Muchas emociones no procesadas, frustraciones, dolores, situaciones donde uno no puso límites, donde uno no se cuidó, no se auto cuidó. Entonces, después eso cobra factura en la salud mental.
Es importante, siempre ponerse uno en primer lugar, cuidarse, dedicarse tiempo y también sacar momentos para tener posibilidad de expansión, de hacer algo divertido, de hacer algo que también te ayude a ser, no solamente hacer. Si no, nos pasamos la vida entera haciendo y se nos va la vida haciendo.
Es cierto que en la niñez es que uno aprende a regular las emociones. Cuando por ejemplo tú tienes miedo, o tienes enojo, o estás triste. La forma en que los padres contienen a ese niño le hacen sentir que no está solo, le hace sentir validado en sus sentimientos.
Esa manera uno lo va internalizando y después, cuando vienen momentos difíciles, uno tiende a hacer lo mismo que los padres hicieron con uno. Por eso la importancia de los padres los primeros años de la vida de un niño.
Entonces, ya cuando adulto si he tenido padres buenos, pero que trabajaban el día entero y no estuvieron conmigo en momentos de dificultad, en momentos de conflicto o que no pude decirle lo que yo estaba viviendo, como adulto yo puedo aprender, claro que sí.
Ahora tengo que primero tomar conciencia de que tengo necesidad de ayuda, de que no sé manejar bien mis emociones.
Entonces, proceder a buscar dónde yo puedo aprender a gestionar las emociones en un buen proceso terapéutico, con una persona que pueda ayudarme a verme a mí mismo, ¿cómo lo hago?
Y sobre todo aprendiendo de que cuando uno está muy enojado, cuando uno está muy afectado emocionalmente, no es el momento de hablar, es momento de uno aprender a regularse emocionalmente.
Entonces, primero me doy cuenta de mi situación. Segundo, tomo distancia de la situación que me está afectando para entrar en contacto conmigo misma y en ese momento decirme, ¿por qué me está pasando? ¿Qué estoy sintiendo? ¿Qué me recuerda esto que estoy viviendo? Es como si yo empezara a tener compasión conmigo misma a escucharme, a ver qué me está pasando y a regularme emocionalmente.
Porque cuando uno está desregulado estamos trabajando con el cerebro primario, el cerebro reptil y ese cerebro no piensa, ni siente con claridad, lo único que hace es ataque o fuga, que es el cerebro de la supervivencia.
Cuando estamos muy desregulado estamos en ataque, o sea, en pelea o en fuga. Entonces, en esos momentos no tenemos posibilidad de diálogo constructivo ni de llegar a algún acuerdo constructivo.
Es decir, si me siento desregulado, tomo distancia, me pregunto a mí mismo qué estoy pasando, me calmo y cada persona tiene su forma de autorregularse. Entonces uno entra en conciencia para ese momento usarlo, porque no es en el momento de la crisis que necesito buscar eso, si no cuando estoy tranquila.
Hay personas que se regulan hablando con alguien o en soledad, o se regulan caminando o haciendo ejercicio, o se regulan con un buen baño o un buen vaso de agua fría, algo que calme el cerebro reptil y que me permita volver a pensar con claridad y volver entonces a estar, vamos a decir, con mi mejor conciencia para enfrentar las dificultades desde otra manera.
Cuando una persona tiene autoestima, se cuida, se pone en primer lugar sabe regular sus emociones, puede entrar. Vamos a decir, sabe como resolver conflictos. Una persona con buena autoestima sabe relacionarse con los demás, es empático, porque como está conectado consigo mismo y se valora y se siente importante, por lo tanto va a hacer lo mismo con el otro.
Mientras más autoestima mejores habilidades de comunicación tú vas a tener. Si estoy trabajando en un ambiente donde hay mucha competencia y no colaboración, donde las funciones no están claras, la jerarquía no está clara…, todo eso genera una situación de conflictos, entre los diferentes departamentos, diferentes personas, genera también dificultades de relación.
Entonces, esos ambientes tóxicos pueden afectar la autoestima de las personas y probablemente una persona con buena autoestima dice yo no puedo seguir en este trabajo y se va. Una persona con baja autoestima se queda en un ambiente tóxico.
Por: Karime Rivas.
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