¿Te has preguntado por qué no vas o te retiras pronto del gimnasio?

Ya terminó el primer mes del año y seguro nos fijamos muchos  propósitos que cumplir ¿verdad? Bajar de peso, dejar de fumar, ir al gimnasio, encontrar trabajo, leer más y ahorrar más dinero, por lo regular son algunas de las más comunes.

El problema no es querer todas esas cosas buenas para ti; la verdadera falla ocurre cuando toda la motivación de enero se evapora, renuncias y regresas a tus viejos hábitos de toda la vida.

De acuerdo con la Doctora Shainna Ali, autora del libro “A Modern Mentality”, el fracaso a la hora de cumplir estos objetivos se debe principalmente a cuatro razones:

1. No has definido correctamente tus propósitos
2. La presión por cumplir estos cambios acaban agobiándote
3. No notar cambios a corto plazo produce desánimo
4. Realmente no quieres cambiar tu situación actual

Lanzar el típico propósito al aire tan solo significa dos cosas: que no le estás dando importancia a conseguir ese cambio en tu vida y que probablemente antes del 15 de enero ya formarás parte del 90 por ciento que no son capaces de conseguirlo.

¿Crees que hay algo de fondo?

Hay quienes no se atreven a dar el paso de hacer ejercicio, y prefieren no hacerlo en solitario por una cuestión de dinero o por falta de tiempo libre, aunque a veces esto es impulsado por el miedo.

Aquí interviene la Gymtimidation (“gimtimidación” traducido), una definición que recibe ese miedo que sienten las personas en el gimnasio al verse obligados a exponer sus cuerpos en público, especialmente si entre sus compañeros se encuentran personas con cuerpos más trabajados.

Por lo que se convierte en una desventaja psicológica que provoca que en muchos casos evitemos acudir a los gimnasios porque pensamos que sólo vamos a pasarla mal y, lo que es peor, a quedar en ridículo.

¿Tememos al juicio?

Una reciente encuesta realizada por la revista Cosmopolitan Fitness señala que ese pensamiento se trata más de una fobia, que solo de una inseguridad.

Según sus resultados, un 14 por ciento de ellas manifiesta sentirse intimidada por las posibles miradas que les dirijan los hombres, mientras que un 10 por ciento se preocupan de la opinión de otras mujeres.

Entre las razones para abandonar la práctica deportiva, sin embargo, siguen predominando las tradicionales. En el caso de las mujeres, la flojera es la razón principal que las aleja de las máquinas, pero hasta un 15 por ciento no se ven en forma.

Este problema tiene su origen en la falta de confianza que uno suele sentir cuando se apunta por primera vez a un gimnasio tras un período de tiempo en el que quizá ha perdido su estado de forma física, y que se agrava al compararse con aquellos que llevan años realizando deporte.

Aunque aún no ha sido estudiado de forma sistemática, el concepto de “gimtimidación” está cada vez más extendido en los círculos deportivos, y diversos entrenadores han intentando proporcionar algunas pistas para solucionarlo. (AJ)