Sunken Garden el hogar del monumento a Diana de Gales ‘la princesa del pueblo’

Tras renunciar a los deberes de la realeza el príncipe Harry renunció a sus labores, lo que le llevó a tomar cierta distancia de su hermano. Sin embargo, esta distancia no fue motivo suficiente para dejar de conmemorar esta fecha tan especial como sería la celebración del cumpleaños número 60 de Diana de Gales. En esta ocasión, los hermanos se reunieron para develar la estatua en homenaje a Diana que ahora reposa en los jardines del Palacio de Kensington.

La estatua diseñada por Ian Rank-Broadley fue inaugurada en la antigua residencia de Diana y la actual de su hijo William. Esta tan ansiada escultura, encargada y financiada por los príncipes y a partir de ahora será el centro del Sunken Garden,  el lugar favorito de Lady Di para sus momentos de descanso.

La estatua elaborada en bronce, representa 1,25 veces más de su tamaño natural, muestras a Diana rodeada de tres niños, para representar la universalidad y el impacto generacional del trabajo de la princesa. La selección de la vestimenta fue hecha por el artista y se basa en el estilo que lució en sus últimos años de vida, cuando ganó la confianza de todos como embajadora de causas humanitarias.

Para este evento, además de William y Harry, estuvieron en suelo real los miembros de la familia cercana de Diana, como algunos de sus hermanos, que encabezaron una lista de invitados reducidas a causa de las exigencias del covid-19. Pese a lo relevante del evento, la reina Isabel II brilló por su ausencia, al igual que las duquesas de Cambridge y de Sussex y el príncipe Carlos, heredero al trono, quienes rechazaron asistir por no querer «reabrir viejas heridas».

Para el duque de Cambridge y el duque de Sussex, la estatua es un “símbolo de la vida y el legado” de su madre, cuyo “amor, fortaleza y carácter” la convirtieron en “una fuerza para el bien en todo el mundo”, según aseguraron en un comunicado. Un verdadero monumento que está rodeado de camaleónico paisaje del jardin, convertido en un mosaico de 4,000 flores.

El resultado de más de mil horas de trabajo de un amplio equipo de cinco jardineros comandados por Graham Dillamore, subdirector de Jardines y Fincas de Historic Royal Palaces.“Todos los días deseamos que ella todavía estuviera con nosotros”, expresaron los príncipes, que agradecieron el apoyo de todas las personas alrededor del mundo que mantienen viva la memoria de Diana.

Entre las plantas que rodean la nueva estatua de los jardines de Kensington, encumbrada en lo alto de tres escalones, se encuentran algunas de las flores favoritas de Diana, como nomeolvides, acompañadas por medio millar de plantas de lavanda, 300 tulipanes, 200 rosas y un centenar de dalias, entre otras.

La relación entre los hermanos, que se vieron por última vez en abril para el funeral del duque de Edimburgo, atraviesa horas bajas, lastrada por los coletazos de la polémica entrevista en marzo con Oprah Winfrey, en la que Meghan Markle acusó a la corona británica de racismo y de perpetuar mentiras sobre Harry y ella.

El memorial de Diana, cercano a un adoquín grabado con un extracto del poema “The Measure of a Man” (“La medida de un hombre”), es obra del autor de la efigie de Isabel II que aparece en las monedas británicas, el escultor Ian Rank-Broadley, que asistió a la ceremonia junto a Pip Morrison, encargado del diseño floral del parterre.