El aumento o pérdida de peso durante la pandemia se ha convertido en el factor común de muchos. De acuerdo a una encuesta de la Asociación Americana de Psicología, el 61% del los adultos de EE.UU. informaron de un cambio de peso no deseado desde el comienzo de la pandemia.
Múltiples estudios se sumaron a este, demostrando un aumento de peso sostenido. El denominador común de los cambios en el peso corporal, especialmente durante la pandemia, es el estrés. Otra encuesta realizada por la Asociación Americana de Psicología en enero de 2021, reveló que cerca del 84% de los adultos estadounidenses experimentaron al menos una emoción asociada al estrés prolongado en las dos semanas anteriores al estudio.
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
La respuesta de lucha y huida es una reacción innata que evolucionó como mecanismo de supervivencia. Permite al ser humano reaccionar rápidamente ante un estrés agudo (como un depredador) o adaptarse a un estrés crónico (como la escasez de alimento). Ante este estímulo el cerebro disminuye los niveles de algunas hormonas, para alentar respuestas rápidas frente al peligro, liberando nuevas hormonas que sean más adecuadas al estado de alerta.
Cuando estamos bajo la influencia del estrés, el cuerpo disminuye los niveles de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la melatonina. La serotonina regula las emociones, el apetito y la digestión. Así los niveles bajos de serotonina aumentan la ansiedad y pueden cambiar los hábitos alimenticios de una persona.
La epinefrina y la norepinefrina median en los cambios fisiológicos asociados al estrés y se elevan en situaciones estresantes. Estos cambios bioquímicos pueden provocar cambios de humor, influir en los hábitos alimentarios de las personas, reducir la motivación orientada a objetivos y alterar el ritmo circadiano de la persona.
En general, el estrés puede desequilibrar los hábitos alimentarios y la motivación para hacer ejercicio o comer de forma saludable, y este último año ha sido ciertamente estresante para todos.
Algunos alimentos antiestrés:
Yuca, ideal para mejorar la absorción de triptófano, un aminoácido esencial, y mejora los niveles de serotonina y la calidad del sueño.
Pistachos, estos frutos secos ayudan a reducir la vasoconstricción y favorecen el funcionamiento del corazón al dilatarse más las arterias.
Naranjas, son ricas en vitamina C, uno de los macronutrientes que necesitamos para reponernos en situaciones de estrés. Consume de 4 a 6 naranjas por semana.
Chocolate, ayuda a liberar serotonina anulando la sensación de dolor y depresión. Además es rico en magnesio y su forma ideal de consumo es en barras bajas en azúcar.
Bananas, aportan potasio y triptófano. Además, si están poco maduros, tienen un almidón prebiótico que alimenta las bacterias que regeneran la flora intestinal, en la que se fabrica el 90% de la serotonina que produce nuestro organismo.
Lentejas, ideales para calmar los nervios, como legumbre es rica en vitaminas del grupo B, indispensables para el buen funcionamiento cerebral. También son ricos en fibra y en magnesio, un mineral importante frente al estrés.
Acelgas, lechuga y otras hojas verdes, tienen un alto aporte de magnesio, uno de los minerales que más se consume en momentos de estrés. También son ricos en ácido fólico, que contribuye a la formación de neurotransmisores.
Con la compra de tu suscripción digital, recibes acceso a contenido premium dentro de nuestra plataforma web.
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Newsletters especiales y especializados
12 ediciones digitales de Mercado
12 ediciones digitales de Market Brief
Nuevas ediciones al instante en tu correo