Ey! Salva tu fin de semana, llegó el momento de desconectar. Seguro hoy puedes enumerar varios avances en tu vida, pero quedan muchas cosas aún por lograr y si en verdad lo deseas, es momento de desconectar para reconectar. El teletrabajo desde que llegó generó varios cambios y uno de ellos es la desaparición de la línea que divide tu vida personal de lo laboral. Es común descubrirte en horas de descanso leyendo un correo, respondiendo una llamada, adelantando algo de trabajo, evitando un descanso real y provocando que tu semana comience igual de agobiante que terminó.
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Sin embargo, esta situación tan extraordinaria nos enseñó que realmente somos mejores de lo que pensamos, es increíble cómo se ha afinado nuestra capacidad de adaptación al cambio. La necesidad de un sistema de trabajo flexible que permita compaginar una carrera profesional con un proyecto vital, como es el hecho de formar una familia, ha sido una de las grandes metas de las mujeres en las últimas décadas. En los últimos años se ha mejorado mucho y no se entiende que las mujeres renuncien a sus ambiciones profesionales si quieren tener un hijo. Pese a que todavía nos queda mucho por avanzar como sociedad, a día de hoy y en muchos casos, los hombres también asumen parte de la carga que supone compatibilizar el empleo, la educación y las tareas domésticas. Pero no es suficiente.
Actualmente, solo un 33% de la población activa asegura que le resulta fácil conciliar la vida laboral y familiar. La crisis producida por la pandemia puede suponer un grave riesgo de retroceder décadas de avances en materia de igualdad y, en este contexto, soportar un peso desproporcionado en el cuidado de los niños puede poner en peligro las oportunidades laborales de las mujeres e incluso su salud mental si le añadimos el estrés laboral post pandemia.
Un grupo de investigadores de la Universidad de California en los Ángeles sugieren tratar un fin de semana como si estuvieran en vacaciones; descubrieron que de este modo las personas regresan mucho más felices el lunes a su trabajo. Según los investigadores esto no tiene que ver con el hecho de que las personas dediquen menos tiempo a hacer recados o limpiar la casa y empleen más tiempo a actividades placenteras. El efecto tiene más que ver con el hecho de que, una vez que las personas creen salir de su rutina normal de fin de semana, viven este con más intensidad, aunque en realidad hagan lo mismo.
¿Cómo han llegado los investigadores a esta conclusión? El experimento fue realizado con 400 trabajadoras, a unos se les pidió que asumieran el fin de semana como vacaciones y al resto como solo fin de semana. Los resultados mostraron que aquellos que habían tratado su fin de semana como unas vacaciones fueron significativamente más felices que aquellos que lo trataron como un fin de semana normal.
La doctora Mogilner Holmes, autora principal del estudio, pone un ejemplo de este efecto en un artículo para ‘Harvard Business Review’. Dos mujeres, una en el grupo de control y otra que recibió instrucciones de tratar su fin de semana como si fueran unas vacaciones, incidieron en cómo se habían planteado el desayuno del sábado. La mujer del grupo de controla aseguró haberlo hecho con placer, pero la segunda llevo su experiencia un paso más allá, haciendo tortitas para toda la familia, algo que, explicó, solo hacía en vacaciones, y lo disfrutó más de lo habitual.
Fue la atención de la segunda mujer al momento presente, su mentalidad, lo que produjo el efecto posterior en la felicidad
En opinión de Holmes, la diferencia entre la experiencia de las mujeres es sutil, pero crucial. “A pesar de que sus actividades y comportamientos eran en gran medida los mismos, fue la atención de la segunda mujer al momento presente, su mentalidad, lo que produjo el efecto posterior en la felicidad durante el resto del fin de semana y el lunes siguiente”, concluye la investigadora.
Reducir la velocidad y prestar más atención al entorno, a cada actividad concreta y a las personas involucradas en ella, te permite disfrutar más de lo que estás haciendo. Te ayuda a saborear las experiencias y la vida un poco más. Y este estado mental, asegura Holmes, se puede practicar mejor durante el fin de semana.
Muchas veces no es posible vivir los fines de semana como si estuviéramos de vacaciones, si ninguna preocupación, pero Homes sugiere reservar una parte de estos de para disfrutar plenamente, como lo harías en vacaciones. También ayuda aplicar una mentalidad de vacaciones a cualquier tarea se realice: “Reduce la velocidad, se consciente, y hazlo más divertido; pon un poco de música alegre en el coche mientras haces recados o prepárate una margarita para doblar la ropa”.
Trata de disfrutar más del fin de semana, pero sin obligaciones. “Dado que la mentalidad de vacaciones y la felicidad resultante se derivan de una ruptura mental de la rutina diaria, esta intervención no puede convertirse en una rutina en sí misma”, advierte Holmes. (KR)