Fernando García conquista la órbita con sus trajes para Blue Origin

Diseñador dominicano Fernando García conquista la órbita con sus trajes para Blue Origin

Por | abril 15, 2025

Fernando García conquista la órbita con sus trajes para Blue Origin

New Shepard de Blue Origin despegó, marcó un doble hito: por un lado, una misión espacial protagonizada solo por mujeres. Por el otro, la irrupción definitiva del diseño de alta moda en un terreno donde históricamente han dominado la funcionalidad y el anonimato. A bordo, seis mujeres influyentes vestían trajes creados por MONSE, la firma neoyorquina liderada por el diseñador dominicano Fernando García y su socia creativa Laura Kim.

En un universo —literal y metafóricamente— dominado por la ingeniería, la propuesta de García es una declaración de principios: sí, la ciencia puede ser elegante. Y sí, el espacio también puede tener estilo.

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Del taller al lanzamiento: cómo una firma de lujo llegó al espacio con Blue Origin

Fundada en 2015, MONSE se ha ganado un lugar en la alta moda por su enfoque audaz, experimental y claramente femenino. En su momento, redefinieron el clásico «shirt dress» y han vestido a celebridades como Sarah Jessica Parker, Amal Clooney y Michelle Obama. Sin embargo, su incursión en la industria aeroespacial marca un punto de inflexión en su historia y en la conversación sobre representación de género en sectores tradicionalmente masculinizados.

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La conexión con la misión espacial parte de Lauren Sánchez, periodista, filántropa y prometida de Jeff Bezos, fundador de Blue Origin. Sánchez no solo organizó el vuelo, también tuvo una visión clara: que esta tripulación femenina vistiera trajes diseñados exclusivamente para mujeres, pensados desde la comodidad, el cuerpo femenino y el empoderamiento. «Los trajes son elegantes, pero también le dan un toque especial al espacio», declaró recientemente al New York Times.

Neopreno ignífugo, silueta sexy y funcionalidad total

La propuesta de García rompe con décadas de diseño unisex en la industria espacial. El material principal es neopreno elástico e ignífugo, que permite libertad de movimiento sin sacrificar seguridad. Visualmente, los trajes evocan la estética del esquí alpino y el motocross, con líneas que perfilan la figura y detalles que proyectan modernidad.

“La simplicidad era importante, al igual que la comodidad y el ajuste. Pero también queríamos algo un poco arriesgado… favorecedor y sexy”, explicó el propio Fernando García, en una entrevista para The New York Times.

Este equilibrio entre funcionalidad y moda es más que una apuesta estética. Se trata de una declaración sobre la inclusión en todos los sentidos: de género, de cuerpo, de visibilidad y de liderazgo femenino.

Moda como poder: el vestuario al servicio de un mensaje en el Blue Origin

Quienes vistieron estos trajes no son astronautas tradicionales, pero sí figuras con impacto global: Katy Perry, estrella del pop; Amanda Nguyen, activista y nominada al Nobel de la Paz; Gayle King, periodista y presentadora en CBS; Aisha Bowe, exingeniera de la NASA y emprendedora; y Kerianne Flynn, productora cinematográfica. La moda, en este contexto, deja de ser accesorio para convertirse en símbolo.

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Es la primera vez que una firma de moda liderada por un latinoamericano —nacido en República Dominicana— firma un vestuario de vuelo espacial. García, quien también es director creativo de Oscar de la Renta, sigue así los pasos de otro gran referente dominicano, demostrando que la moda es una industria con poder real para transformar narrativas.

El espacio, nuevo territorio del diseño con propósito

La colaboración entre MONSE y Blue Origin podría marcar un precedente en cómo se piensan los trajes espaciales del futuro. A medida que los viajes al espacio se vuelven más comerciales, el diseño ya no es solo cuestión de tecnología: es también de identidad.

El caso de Fernando García es un recordatorio poderoso de que el talento latino —y específicamente femenino o feminista— no tiene límites geográficos ni gravitacionales. Desde Santiago de los Caballeros a la órbita terrestre, su firma es un guiño estilístico al presente, pero sobre todo, al futuro.

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