Estar al día, revisar mensajes y llamadas constantemente por motivos de trabajo, mirar las redes sociales, escribir a familiares y amigos, enviar un correo, realizar pagos, consultar estados de cuenta… tal parece que la vida entera cabe en el teléfono, algo que ha agilizado nuestras vidas, pero también nos ha desconectado de la misma, dando origen a lo que se conoce como Phubbing.
El phubbing no es más que ignorar a una persona por prestarle atención al teléfono, un acto que ha roto relaciones y representa un alerta de adicción a la tecnología. Hay quienes desarrollan una dependencia psicológica a su teléfono, descuidando los vínculos personales y diferentes asuntos esenciales de su cotidianidad.
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El phubbing es común hoy en día, primero tenemos una hiperconectividad cada vez más evidente, añadiendo el temor generalizado a perdernos algún acontecimiento o dejar de revisar alguna red social.
El gran peligro de esta práctica, es que el phubbing se está convirtiendo en un fenómeno de desconexión social por reciprocidad. Esto significa que si una persona favorece el uso del móvil en un entorno social, su interlocutor tendrá la tendencia a repetir la conducta, sea intencional o no.
Los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH) alerta sobre las repercusiones físicas y mentales que tiene. Algunos de sus efectos incluye la dependencia como la nomofobia (un miedo irracional a no tener el móvil siempre a mano); autismo virtual (aislamiento presencial que genera soledad, timidez, ansiedad, inseguridad y problemas de habilidades sociales); síntomas físicos y neurológicos, como el síndrome del túnel carpiano o la vibración fantasma.
Incluso en casos más avanzados, se observa como baja el rendimiento en las ocupaciones, hay una marcada inestabilidad emocional y la imposibilidad de entablar relaciones sociales. Todo esto acompañado del descuido de rutinas básicas, como comer o dormir. Y ni hablar de los efectos que tiene en la persona ignorada.
Antes de mirar cómo evitar el phubbing, sería prudente determinar si realmente lo estás haciendo. Esta serie de preguntas, que sugiere el portal Ivane Salud, te ayudarán a detectarlo:
Aunque en primera instancia no sea tan sencillo, el primer paso para evitar caer en el phubbing será dejar el teléfono lejos. Claro está, el grado de dificultad se incrementará según los motivos por los que una persona está haciendo uso excesivo del móvil, sin embargo, es necesario comenzar por poner horarios y limitar su uso.
Si por el momento estás lidiando con el phubbing como una acción evasiva, la invitación es a reconocer lo que se quiere evadir y hacerle frente.
Otra medida importante para salir de esta práctica nociva, requiere de planificar actividades que no involucren el uso del móvil y al aire libre preferiblemente. Y por supuesto, privilegiar la comunicación presencial siempre que el tiempo y la distancia lo permitan.
Por: Karime Rivas.
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