Entre limpiar la casa, hacer la compra, cuidar de los niños y personas mayores, las mujeres realizan al menos 2.5 veces más trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que los hombres, de acuerdo a estimaciones realizadas por la ONU Mujeres.
En República Dominicana, según los datos del Banco Central, en su Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo, para diciembre de 2021, la cantidad de mujeres en el trabajo doméstico ascendía a 239,022 mientras que los hombres a 20,216. Se trata de un sector con mayoría femenina.
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Una cifra importante como para que el Ministerio del Trabajo colocara su mirada directamente en esta ocupación. En el borrador de la resolución, el Ministerio propone establecer una jornada de trabajo para los trabajadores domésticos, periodo de vacaciones, el pago de preaviso y la inclusión en la Seguridad Social.
De acuerdo a lo descrito en la nota de prensa, emitida por la institución, el borrador establece que la jornada de trabajo doméstico no podrá ser mayor de ocho horas diarias, ni mayor de 44 horas semanales. Añadiendo entre jornada y jornada un descanso obligatorio de no menos de nueve horas.
Incluso, se ha contemplado una escala salarial que no podrá ser inferior al salario mínimo que para el sector dicte el Comité Nacional de Salarios y además serán aplicables los artículos 177 al 191 del Código de Trabajo, en relación a las vacaciones.
Una de las fortalezas destacables de esta resolución, indica que el empleador debe garantizar que los trabajadores domésticos disfruten de condiciones de trabajo y vida decentes, bajo el marco de respeto de su privacidad e integridad, «por ende merecen de una protección efectiva contra toda forma de abuso, acoso y violencia».
«Hemos trabajado desde hace meses en esta disposición para que el sector doméstico, compuesto en su mayoría por mujeres, puedan contar con la garantía de sus derechos fundamentales, consagrados en la Constitución y en consonancia al mandato del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)», dijo el ministro De Camps.
Si vemos este oficio en números sería, por un lado, desalentador para la región; pero por otro, una oportunidad de ser innovadores como país. Se estima que entre 11 y 18 millones de personas se dedican al trabajo doméstico no remunerado en América Latina y el Caribe, de las cuales el 93% son mujeres.
Más del 77,5% de las mujeres de la región que trabajan en el empleo doméstico operan en la informalidad. En Centroamérica y el Caribe los niveles de informalidad superan de media el 90%.
El único sesgo existente en el sector no es el de género. Un 17.2% de las personas ocupadas como trabajadoras domésticas son migrantes, siendo un 73,4% de ellas mujeres en el trabajo doméstico. Para ocho países un 63% de las personas que se desempeñan en el empleo doméstico eran afrodescendientes.
Aún así, hasta la fecha 16 países de la región han ratificado el Convenio número 189 de la OIT sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, lo que supone el 55% del total de las ratificaciones en el mundo.
Sin embargo, tan solo en 8 países de la región el salario mínimo del trabajo doméstico está equiparado al salario mínimo nacional, en tanto que en 2 países se ha fijado a través de un proceso de negociación colectiva.
Por: Karime Rivas.