Hace 100 años que Clara Campoamor se convirtió en la primera mujer política durante la Segunda República Española y aún existen debates sexistas, con postulaciones que no cesan de someter al escrutinio a cada mujer de la política por asuntos que van más allá de su profesionalismo y ética, metiéndose directamente con el código de vestimenta.
La representante estatal republicana Ann Kelley despertó la indignación de algunos miembros de la Cámara de Representantes de Missouri, con la adopción de un nuevo código de vestimenta que restringe solo a las mujeres.
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De acuerdo a los informes publicados, con esto se quiere reflejar el código de vestimenta masculino (con chaquetas y trajes) para las mujeres. Este nuevo paquete de normas fue aprobado con 105 votos contra 51, por supuesto cabe destacar que las proporciones actuales es de 116 hombres y solo 43 mujeres en la Casa de Missouri.
Entre las muchas voces que se alzaron en contra y a favor de esta determinación, la participación del representante estatal demócrata Raychel Proudie destacó en redes sociales.
«Creo que estamos siendo bastante pedantes aquí al hacer que las reglas sean tan mezquinas. Y a lo que finalmente conducirá es a la privación de derechos de la gente. Por ejemplo, no hacen chaquetas o blazers para mujeres embarazadas. Eso puede ser muy incómodo», dijo Proudie.
«Estamos luchando (otra vez) por el derecho de la mujer a elegir algo. Esta vez, es cómo se cubre a sí misma, y la interpretación de alguien que no tiene experiencia en moda», agregó Proudie. «Gasté 1,200 dólares en un traje y no puedo usarlo en la Casa del Pueblo porque alguien que no tiene la gama me dice que es inapropiado».
MO State Rep. Proudie (D) goes after GOP House members pushing a dress code for women — requiring they wear jackets — in a rules bill.
«I spent $1,200 on a suit, and I can’t wear it in the People’s House because someone who doesn’t have the range tells me that’s inappropriate.» pic.twitter.com/uORB2OWTXW
— Heartland Signal (@HeartlandSignal) January 11, 2023
La nueva medida establece como «correcto» la «vestimenta de negocios», que incluye chaqueta con falda o pantalón con zapatos o botas de vestir. A efectos de esta clasificación se considerarán solo la chaqueta de punto o sacos de punto.
De acuerdo a una de las representantes de la Cámara, esto solo demuestra que no se están enfocando en lo debido para legislar.
Cada vez se suman más mujeres a la lucha política en defensa de sus ideales, convirtiéndose en un ejemplo a seguir como lo son Ángela Merkel, Sanna Marin o Julia Gillard.
Pese a los esfuerzos de estas damas de la política mencionadas, en varias ocasiones, han recibido ataques machistas por sus elecciones de vestimenta. Ya sea por un escote, ropa un poco informal o el uso de pantalones, han sido expuestas con observaciones sacadas de la prehistoria.
Carme Chacón es una política que también puede nutrir esta larga lista de sexismo. Bastó que se colocara al frente del ministerio de defensa en 2008, mientras estaba embarazada de 7 meses, para sacudir los cimientos de los roles de género de forma sistémica, demostrando que una mujer es igualmente importante en puestos hasta el momento tradicionalmente masculinos.
Otro ejemplo de lucha por respeto la encarnó la ex primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt quien tuvo que luchar contra los prejuicios hacia su apariencia física y vestimenta.
En algún momento de su carrera, Thorning-Schmidt fue apodada Gucci Helle. La diferencia que marca un país como Dinamarca radica en que ha comenzado a contemplar una nueva normativa, para regular las palabras que utiliza la prensa para darle cobertura a los actos en que participen mujeres políticas y figuras públicas femeninas.
¿Tendría que ser el respeto una Ley o es un derecho adquirido con el nacimiento? ¿El código de vestimenta determina la calidad de una gestión política?
Por: Karime Rivas.
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