Los modelos tradicionales de planificación invitan constantemente a los gerentes a anticiparse al caos. Sin embargo, la volatilidad de la realidad en que vivimos, comienza a exigir un enfoque completamente diferente de la planificación estratégica. Tal parece que las clásicas mediciones del desempeño, lucen más como una garantía de «estar encaminados», que una certeza para los negocios transitar turbulencias.
Este método era más efectivo cuando los factores que influían en el crecimiento de una empresa eran más sencillos de preveer. Los académicos por años se han esforzado por conseguir metodologías eficaces para hacerle frente a la incertidumbre. De allí ha nacido la planificación de escenarios, la simulación de Monte Carlo y el análisis de opciones reales.
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En todo caso, cualquiera de estas técnicas resultan difíciles y costosas para ejecutar, además sus resultados pueden ser confusos y complicados de ejecutar. El resultado de esto: las empresas se ciñen a los métodos clásicos de medir la volatilidad frente a clientes, accionistas y otras partes involucradas.
En un reportaje de Michael Mankins, partner de Bain, para Harvard Business Review se sugiere una metodología más viva, que pueda ser moldeada en tiempo real con las circunstancias. Y aunque esto suene aterrador o como que navegarás a ciegas a donde el viento sople, no es así.
En su reportaje, Mankins cita el caso de la compañía tecnológica Dell, quienes en lugar de desarrollar un plan estratégico para construir agenda, el equipo construye una proyección de años para cada producto. Lo singular de su planificación, es que no hacen dicha proyección con base en las posibles decisiones de sus líderes, sino en las decisiones actuales que ellos han tomado.
En tal sentido, ellos han creado un sistema que registra cada decisión tomada y sus efectos, para garantizar una mejor toma de decisiones futura. Pero, ¿cómo lo hacen?
El pensamiento innovador proviene de recrear escenarios extremos pero plausibles. Con frecuencia las empresas emplean la planificación de escenarios, lo que les lleva a ajustar el pensamiento de forma exponencial, que es totalmente innecesario, para crear estrategias rígidas poco prácticas para los negocios transitar turbulencias.
Los líderes pueden incorporar el valor de la flexibilidad, en forma de coberturas y opciones, que permitan conseguir nuevas rutas para alcanzar los objetivos.
Poner el enfoque en las opciones reales, obliga a tomar alguna decisión teniendo al libertad de escoger las circunstancias a las que va a obedecer. «En la década del 2000 el análisis de opciones reales se consideraba una herramienta de vanguardia para valorar las inversiones en recursos naturales, formular nuevos planes de desarrollo de productos, analizar el gasto, realizar adquisiciones y evaluar las inversiones en tecnología», explica Mankins.
Si buscamos una referencia de experimentar en los negocios, Amazon es perfecto para ello. Muchos de sus experimentos han resultados altamente rentables, pero también tiene sus intentos fallidos como Crucible, Haven y Spark.
Pero fueron precisamente los fracasos los que proporcionaron importantes lecciones a Bezos, para que sus futuras inversiones fuesen más exitosas. La cultura de prueba y aprendizaje le ha llevado a convertirse en el gigante que es hoy.
Por: Karime Rivas.
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