Hay mujeres que hoy están librando una ardua batalla en contra de lo que está mal, ese es el caso de Narges Mohammadi, quien está recibiendo ahora el Premio Nobel de la Paz desde una cárcel iraní. Su única responsabilidad es ser una periodista que lleva tres décadas luchando en Irán por los derechos de la mujer.
Considerada como una de las más importantes activistas del Irán de las ayatolás, Mohammadi está recibiendo el premio mientras cumple una condena de 10 años en la prisión de Evin por «difundir propaganda contra el Estado».
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
Algunos de los pilares de la República Islámica son inviables para la vida y algunos violan los Derechos Humanos. Algunos son la pena de muerte, el aborto o el uso obligatorio del velo.
Ni aún los barrotes le han impedido permanecer ejerciendo su activismo. Aún detenida ha escrito artículos, fomentado la desobediencia civil y dado su apoyo a las protestas que se desataron por la muerte de Mahsa Amini en 2022.
El periodismo y el activismo son parte esencial de su personalidad, a pesar de haber estudiado física y trabajado como ingeniera. Desde temprana edad estuvo colaborando con grupos de la sociedad civil para trabajar por los derechos de las mujeres y las minorías.
Era cuestión de tiempo para que sus inquietudes políticas le llevaran a formar parte del Centro de Defensores de los Derechos Humanos. Un centro concentrado en eliminar la pena de muerte, que fue fundado por otra mujer Premio Nobel de la Paz, la abogada iraní Shirin Ebadi.
Y fue precisamente siguiendo los pasos de Ebadi, que Narges Mohammadi a pesar de las persecuciones, ha obtenido numerosos reconocimientos como el Premio al Coraje de Reporteros Sin Fronteras de 2022 y el premio de la Unesco Guillermo Cano a la Libertad de Prensa.
Por: Karime Rivas.