En medio de la batalla que se libra entre Rusia y Ucrania por los motivos ya conocidos, cualquier ayuda económica que llegue es altamente valorada. Lo realmente interesante es ver cómo activistas como Nadya Tolokónnikova se adentran en el campo las criptomonedas. Un mercado financiero libre de regulaciones estatales y con gran flujo de dinero.
Nadya Tolokónnikova es, desde hace una década, una de las enemigas más antiguas y visibles de Vladímir Putin dentro de su país. Más específicamente desde el 2012 que fue arrestada y condenada a dos años de cárcel por cantar consignas en contra del presidente ruso.
Desde entonces, su activismo contra el régimen de Putin no ha cedido en intensidad. Y ahora, ha encontrado la forma de ayudar a la resistencia ucraniana gracias a las criptomonedas.
Luego del éxito de la campaña que ha conseguido recaudar 6,7 millones de dólares en criptomonedas en menos de 72 horas a través de la subasta de un NFT con la bandera de Ucrania.
No pasó mucho tiempo luego de que el gobierno ucraniano anunciara la disposición a recibir donaciones en criptomonedas. Cuando más de 3.000 personas contribuyeran a la campaña con cantidades que oscilan los 0.00001 ether (equivalente a 0,3 dólares) y 44 ether (128,000 dólares).
Aunque en un principio se anunció como una campaña para financiar al ejército ucraniano, la recién llamada resistencia le ha dado un giro al mensaje. Ahora sus promotores anuncian que las donaciones estarán destinadas a fines humanitarios y médicos.
Ucrania ya ha recibido más de 72,000 transacciones en criptomonedas por valor de 47 millones de dólares desde que comenzó el conflicto. En todo caso, las criptomonedas representan una capa protectora, libre de dueños y fronteras. Un desahogo en medio del estado de emergencia que atraviesa el país.
Nadezhda Tolokónnikova nació en Norilsk en 1989 y estudió filosofía en la Universidad Estatal de Moscú. Sería impreciso asegurar que su rebeldía intelectual es intrínseca o se trata de una consecuencia por la carrera escogida, pero tiempo después se casaría con Pyotr Verzílov y juntos fundaron el grupo de arte callejero Voiná (guerra en ruso).
Con el grupo llevó a cabo varias protestas. Una de sus acciones fue dibujar un órgano sexual masculino gigante sobre un puente levadizo, justo frente a un cuartel de los servicios de inteligencia rusos (FSB) en San Petersburgo.
Tras varias apariciones que terminaron con Nadya esposada, se cuestionó si Canadá debía involucrarse en el caso o permanecer fuera, dada la doble nacionalidad de la joven.
Por: Karime Rivas.
