El panorama laboral de las mujeres ha avanzado significativamente en las últimas décadas, con una notable mejora en los niveles educativos. En 2021, las mujeres obtuvieron el 59 % de los títulos de licenciatura, el 63 % de las maestrías y el 57 % de los doctorados en los Estados Unidos, una clara indicación de su superioridad en la educación formal. Sin embargo, la realidad laboral cuenta otra historia. A pesar de su rendimiento académico superior, las mujeres siguen enfrentando serias barreras a medida que progresan en sus carreras, especialmente en los niveles más altos de liderazgo. Aquí es donde el capital de experiencia se hace clave para tener éxito laboral.
En la República Dominicana, las mujeres han alcanzado logros significativos en términos educativos. Según datos del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), durante el cuarto trimestre de 2024, el 58.6% de las personas con educación universitaria en el mercado laboral eran mujeres, mientras que los hombres tenían mayor presencia en niveles educativos inferiores.
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Además, el informe destaca que el 35.9% de las mujeres ocupadas ha completado el nivel universitario, en contraste con el 17.4% de los hombres ocupados. Sin embargo, a pesar de estos avances, la tasa de desocupación femenina fue del 7.5% en el mismo periodo, superior a la masculina.
Un estudio de McKinsey Global Institute subraya que la brecha de género en la fuerza laboral no solo se debe a factores educativos o habilidades formales. El «capital de experiencia» —una combinación de conocimientos prácticos adquiridos en el trabajo, habilidades desarrolladas y redes de apoyo profesional— es un factor clave que las mujeres no están acumulando de la misma manera que los hombres. Según los datos analizados en el informe «Women in the Workplace 2021», las mujeres, a pesar de tener el mismo nivel de educación y experiencia que sus compañeros hombres, no obtienen las mismas oportunidades de crecimiento profesional.
El capital de experiencia no se trata solo de habilidades técnicas, sino también de experiencias prácticas y el reconocimiento de esas capacidades en las empresas. Las mujeres, a pesar de aprender nuevas habilidades con la misma frecuencia que los hombres, tienen menos probabilidades de cambiarse a roles en sectores en crecimiento o de obtener aumentos salariales significativos. A menudo, sus cambios de trabajo resultan en una disminución de salario, mientras que los hombres tienden a ver incrementos más altos cuando realizan cambios en sus carreras.
Para superar estas barreras, se requiere más que solo acumular habilidades técnicas. El verdadero desafío es asegurarse de que esas habilidades sean reconocidas y valoradas por las organizaciones. Y para lograr esto, las mujeres pueden adoptar ciertas estrategias que les permitan aprovechar las oportunidades laborales de manera más efectiva.
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El primer paso para asegurar el éxito profesional es elegir la organización correcta. Según un estudio de Gallup, las empresas con culturas organizacionales fuertes y centradas en el desarrollo de los empleados contribuyen en gran medida al crecimiento de su capital de experiencia. Las organizaciones que fomentan una fuerte cultura de aprendizaje, brindan oportunidades de movilidad interna y tienen una estrategia competitiva clara, son las mejores opciones para las mujeres que buscan avanzar en sus carreras.
Además, las empresas que promueven la diversidad no solo en términos de género, sino también en otras dimensiones (culturales, raciales, etc.), tienen más probabilidades de fomentar un ambiente de trabajo inclusivo, donde las mujeres puedan prosperar. Estudios como el de Catalyst en 2020 demuestran que las compañías con equipos de liderazgo diversos tienen un rendimiento superior en términos de innovación, toma de decisiones y crecimiento empresarial.
Para aumentar su capital de experiencia, las mujeres deben estar dispuestas a hacer cambios significativos en sus carreras. Esto no solo implica cambiar de puesto, sino también dar el paso hacia roles que requieran nuevas habilidades. Un análisis de LinkedIn de 2023 revela que las personas que hacen movimientos audaces, es decir, cambian a roles que exigen aprender al menos el 25 % de nuevas habilidades, tienen más probabilidades de experimentar aumentos salariales y progresión profesional. Estos cambios no solo benefician a nivel individual, sino que también contribuyen al crecimiento de las empresas al aportar nuevos enfoques y perspectivas.
El networking es otro aspecto crucial para el éxito profesional. Según el estudio de la Harvard Business Review, el 70 % de los trabajos no se publican, lo que significa que las conexiones personales y las redes de apoyo son fundamentales para acceder a oportunidades. Las mujeres, que a menudo carecen de las redes de mentoría o patrocinio que tienen los hombres, deben ser proactivas en la construcción de relaciones laborales estratégicas. Esto no solo ayuda a abrir puertas a nuevos roles, sino que también puede facilitar su ascenso al nivel ejecutivo.
A menudo, las mujeres tienden a subestimar la importancia de las habilidades interpersonales, que constituyen una parte fundamental de las habilidades que los empleadores buscan. Según un informe de LinkedIn de 2022, las habilidades de trabajo en equipo, comunicación y resolución de conflictos son algunas de las más solicitadas. Pero muchas veces las mujeres se enfocan principalmente en resaltar sus habilidades técnicas. Es crucial para ellas aprender a destacar y aplicar estas habilidades en su vida profesional para aumentar sus oportunidades de ascenso.
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Los puestos de liderazgo son fundamentales para aumentar el capital de experiencia. Según el estudio de McKinsey de 2021, las empresas que promueven la equidad de género en sus roles de liderazgo tienen un rendimiento mejor. Sobre todo en términos de rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo. Las mujeres deben aspirar a roles de liderazgo y aprovechar las oportunidades para tomar decisiones clave. Tales como los puestos de gestión de pérdidas y ganancias (P&L), que son fundamentales para aumentar la influencia y el capital de experiencia.
Aunque las mujeres han avanzado considerablemente en términos educativos, el entorno laboral sigue presentando obstáculos significativos. Para cerrarlos, las mujeres deben enfocarse en desarrollar su capital de experiencia mediante estrategias como elegir las empresas adecuadas. Además, realizar movimientos audaces, construir redes de apoyo efectivas, y enfocarse en el desarrollo de habilidades interpersonales. Al hacerlo, no solo se benefician ellas mismas, sino que también contribuyen al crecimiento y éxito de las organizaciones en las que trabajan.
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