Mayra Jiménez, ministra de la Mujer: una defensora de la igualdad de género

Ponerle rostro de mujer a los ejes transversales que fundamentan su gestión encaminada a lograr un país inclusivo, igualitario y equitativo, mediante la promoción, el fortalecimiento y la defensa de los derechos humanos de las mujeres, ha sido el arduo trabajo que ha forjado Mayra Jiménez como ministra de la Mujer.

Su visión humanista basada en el respeto, humildad y honestidad le ha permitido ser considerada como una persona afable que aboga por garantizar el acceso integral de las féminas a los distintos ámbitos productivos de la sociedad.

«Un gran reto ha sido soñar, creer y trabajar para ocupar espacios de liderazgo en una sociedad concebida y estructurada para la participación y control de los hombres. Otro reto importante ha sido actuar siempre con objetividad y empatía, independientemente de los roles e intereses de las personas con las que me ha tocado interactuar en diversos espacios», argumentó Jiménez.

Por más de 25 años ha labrado una pulcra trayectoria profesional que le ha posibilitado convertirse en un ente referencial en materia de derecho, en el fomento al diálogo social, en diseño, ejecución y monitoreo de proyectos y programas sociales, derechos de las mujeres y desigualdad, así como derecho laboral y seguridad social.

Sus vastos conocimientos en estas áreas le han permitido a Mayra Jiménez cimentar su gestión en el Ministerio de la Mujer, generando así una transformación integral en esta entidad gubernamental que tiene como uno de sus objetivos el desarrollar políticas públicas que contribuyan a la promoción de la igualdad y equidad de género.

Desde su juramentación como ministra, su regencia se ha sustentado en tres pilares robustos que han jugado un rol preponderante en el proceso transicional que ha escenificado este ministerio, siendo estos: primero, la institucionalidad y la transparencia, con el fin de fortalecerla como entidad con capacidad para cumplir con su función de garantizar la igualdad, la equidad y los derechos de las mujeres, mediante la coordinación con todas las instituciones del Estado.

Segundo, políticas públicas para la igualdad y la equidad, impulsando estas normativas en el plano económico, social, cultural y político orientadas a asegurar los derechos y las autonomías de las mujeres.

Y, por último, la oferta de servicios complementarios a las acciones sectoriales para asegurar el bienestar de las mujeres, en especial, el derecho de las damas y niñas para que tengan una vida libre de violencia que garantice una redistribución y mayor compromiso estatal con los sistemas de cuidado.

Cuando se habla de empoderamiento y emprendimiento femenino, el Ministerio de la Mujer es el órgano facultativo que diseña e impulsa iniciativas que coadyuven al logro de este propósito, ya que entienden que los emprendimientos permiten el desarrollo de nuevas actividades económicas lideradas por mujeres, fomentan la innovación, crean nuevas fuentes de empleos y son una vía para reducir la brecha de género en términos productivos.

Esta institución se ha volcado en favor de este segmento de la población, al crear las condiciones y proveer de herramientas y mecanismos que permitan que la mujer se desarrolle en un escenario digno. Entre estas iniciativas se destacan: Bono Mujer (subsidio adicional al Plan Nacional de Viviendas Familia Feliz), capacitación para el empleo y/o emprendedurismo, participación de las féminas en el sector de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), estrategia de reparación económica para mujeres víctimas de violencia de género, entre otros aspectos vitales.

«Promovemos el desarrollo de acuerdos interinstitucionales con el sector público y privado enfocados a transversalizar el enfoque de género con organizaciones del sector económico y en rubros altamente masculinizados o cuyo accionar puede contribuir enormemente a cerrar las brechas de género, especialmente en el ámbito de la educación, como son el Instituto de Formación Técnico Profesional, Instituto Tecnológico de las Américas, Banco ADOPEM, Ministerio de Trabajo, Ministerio de Agricultura, Centro Nacional de Ciberseguridad, Oracle y Federaciones de Mujeres del sector empresarial, sindical y rural»,  aseveró.

De igual forma, han implementado una estrategia llamada Sello Igualando RD, que sirve como acelerador de la transversalización del enfoque de género para producir una transformación institucional dirigida al avance hacia la igualdad entre hombres y mujeres.

Se realiza en el sector público y privado, y se parte de un diagnóstico exhaustivo sobre la situación institucional para luego desarrollar un plan de acción transformador y, posteriormente, ser evaluados en base a evidencias.

Cabe resaltar que este funciona como un programa de certificación con el propósito de establecer un Modelo de Gestión para la Igualdad de Género –MGIG- en la República Dominicana.

Por: Milagros De Jesús Infante. Mayra Jiménez