Sí, mucha liberación; sí, mucha evolución… Pero no aplica para Working Mothers. La realidad de una madre en Estados Unidos parece ser exactamente la misma que aquellas que viven en este lado del hemisferio. El ritmo ‘flexible’ de la pandemia ha ido desapareciendo y la antigua rigidez laboral comienza a manifestarse.
Claro está, primero hay que revisar a qué tipo de trabajo se están dedicando. Más de una cuarta de las Working Mothers han optado por empleos que ofrezcan horarios flexibles, pero poseen los salarios más bajos, menos beneficios y casi ninguna oportunidad de ascenso.
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Y el fondo de este escenario ni siquiera está cerca de tener una solución monetaria. Estadísticamente vemos mujeres con salarios de seis cifras, a las que el cuidado de los niños les reporta un gasto en el hogar tremendo. Con todos estos ingrediente juntos el número de personas capaces de hacer carrera se hace bastante diminuto.
De acuerdo a una publicación realizada por The Wall Street Journal, las licencias por maternidad se han reducido un 35 % en 2022. Con esto queda demostrado que apenas las compañías dejan de percibir ganancias importantes, el primer tajo que cortan es el relacionado a la maternidad.
Las mujeres continuamos haciéndonos responsables de los roles esenciales pero «no promocionables» en las empresas.
Por motivos diversos, las mujeres continuamos haciéndonos responsables de los roles esenciales pero «no promocionables» en las empresas. A esto hay que sumarle que gracias a todo un sistema constituido, menos de un tercio de las mujeres se sienten incluidas en su trabajo.
Ante esta realidad las mujeres están despertando, a pesar de que los empleadores no tienen el mismo nivel de conciencia. Un buen punto de partida para reclamar los derechos de las Working Mothers, sería establecer estrategias para pedir exactamente lo que necesitan, pensando en el retorno de beneficio para la empresa.
El equilibrio entre la vida laboral y familiar representa un activo de gran importancia al momento de captar nuevos talentos. Las organizaciones que priorizan el bienestar de sus empleadas, sin lugar a dudas, consigue fidelizar los mejores talentos, sin que la maternidad tenga que ser el punto final de sus carreras.
De cara a mejorar el futuro, será necesario instruir a los empleadores sobre los beneficios de las licencias pagas por maternidad, el subsidio del cuidado infantil y los horarios de trabajo flexibles.
Cuando eres madre en voz alta comienzas a solicitar de forma clara aquellos puntos que no son negociables.
La periodista Reshma Saujani, escribió para Vogue un enfoque muy especial desde su experiencia personal, del que se desprende una frase digna de citar: «significa ser padres en voz alta».
Cuando eres madre en voz alta comienzas a solicitar de forma clara aquellos puntos que no son negociables. Es una actitud que invita a ser honestas en la atención a la familia.
Ciertamente la pandemia, la Gran Renuncia y la Gran Escasez Laboral, han demostrado que la fuerza productiva sí necesita a las mujeres. No puede haber una mesa de trabajo sin que una mujer sea parte de ella.
Para generar un cambio, lo único que debemos perder son las barreras mentales.
Por: Karime Rivas.
