En un país donde la riqueza heredada suele dominar las listas de multimillonarios, un grupo selecto de mujeres ha desafiado la estadística y los techos de cristal construyendo fortunas billonarias desde cero. Son ejecutivas, emprendedoras y estrategas que no solo han conquistado industrias históricamente dominadas por hombres, sino que también han redefinido el poder femenino en los negocios.
Aquí presentamos el perfil de nueve mujeres estadounidenses que hicieron sus fortunas por cuenta propia. Sus trayectorias inspiran no solo por los números, sino por la resiliencia, la innovación y la capacidad de liderar en los sectores más competitivos del mundo.
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Es una mujer cuya fortuna alcanza los US $21.9 mil millones, Diane Hendricks no solo lidera la lista de mujeres self-made más ricas de Estados Unidos: la encabeza desde hace siete años consecutivos. Cofundadora y actual presidenta de ABC Supply, Hendricks ha demostrado que la riqueza no siempre se hereda ni se genera desde Silicon Valley; a veces se construye —literalmente— desde los cimientos.
Originaria de Wisconsin, hija de un obrero y criada en una granja lechera, Diane supo temprano lo que era trabajar duro. En 1982, junto con su esposo Ken, fundó ABC Supply, una empresa distribuidora de materiales para techos, ventanas y revestimientos. Lo que comenzó como una pequeña operación en Beloit, Wisconsin, es hoy la mayor empresa privada de distribución de materiales de construcción en EE.UU., con más de 900 sucursales y 18,000 empleados.
Su modelo empresarial combina expansión con gestión eficiente: apuesta por retener talento en áreas rurales, automatizar procesos logísticos y mantener una cultura empresarial fuerte y austera.
Co-fundadora de Love’s Travel Stops & Country Stores, Judy Love convirtió una pequeña estación de gasolina en Watonga, Oklahoma, en una red de más de 630 tiendas y paradas de camiones en 42 estados. El negocio familiar, iniciado en 1964 con su esposo Tom, se consolidó bajo su liderazgo administrativo y su olfato financiero.
Actualmente, Love’s emplea a más de 39,000 personas. Su historia no solo es una lección de crecimiento sostenido, sino también un caso de cómo capitalizar las necesidades básicas (transporte, descanso y conveniencia) de la economía sobre ruedas de Estados Unidos.
Fundadora de Epic Systems, Judy Faulkner ha transformado la atención médica digital en Estados Unidos. Su empresa, creada en 1979 desde un sótano con solo US $70,000, es hoy líder en software de registros médicos electrónicos (EHR), utilizado por más del 60% de los pacientes del país.
Faulkner es conocida por su férrea independencia, una mujer cuya fortuna proviene de circunstancias específicas: jamás ha permitido capital externo y controla la compañía a través de un fideicomiso. Su legado se extiende también a la filantropía médica y científica, enfocada en mejorar el acceso a la salud mediante datos confiables y tecnología robusta.
CEO y presidenta de SHI International, Thai Lee lidera la mayor empresa de tecnología propiedad de una mujer en EE.UU. Nacida en Tailandia y educada en Harvard, Lee compró SHI en 1989 cuando era una pequeña operación de software. Hoy, SHI factura más de US $14 mil millones al año ofreciendo soluciones a empresas como Boeing y AT&T.
Lee ha mantenido un bajo perfil mediático mientras construía un imperio que ofrece desde licencias de software hasta servicios en la nube, todo sin necesidad de fusiones ni capital riesgo.
Lynda Resnick es la mente creativa detrás de The Wonderful Company, un conglomerado agrícola que produce pistachos, almendras, mandarinas Halos y el famoso jugo POM Wonderful.
Junto a su esposo Stewart, transformó la comercialización de productos agrícolas mediante una agresiva estrategia de branding emocional y publicidad masiva. Hoy su marca se asocia con salud, calidad y sostenibilidad. Además, Resnick ha sido pionera en programas de desarrollo social en comunidades agrícolas, como en el Valle Central de California, donde ha invertido en educación, nutrición y agua potable.
Co-fundadora de Uline, una de las mayores empresas de suministros industriales en América del Norte, Elizabeth Uihlein comenzó el negocio con su esposo desde el sótano de su casa en 1980. Hoy, Uline ofrece más de 40,000 productos de embalaje y envío, con centros de distribución en EE.UU., Canadá y México.
Con un enfoque centrado en la eficiencia operativa y el servicio al cliente, Elizabeth ha sido clave en convertir Uline en un gigante logístico silencioso. Aunque es una figura controversial por sus posturas políticas conservadoras, su rol como empresaria es incuestionable.
De origen indio y formada en ingeniería eléctrica, Jayshree Ullal es presidenta y CEO de Arista Networks, compañía de infraestructura de redes que ha revolucionado los centros de datos con soluciones de baja latencia y alto rendimiento.
Bajo su liderazgo, Arista se convirtió en uno de los mayores proveedores para gigantes como Microsoft y Meta. Ullal, quien previamente lideró negocios clave en Cisco, representa la nueva generación de liderazgo femenino en Silicon Valley, fusionando visión técnica y agilidad estratégica.
Viuda del empresario Larry H. Miller, Gail tomó el timón de sus empresas tras su muerte y las transformó en una plataforma de impacto económico y social. Esta mujer amasa su fortuna desde un conglomerado que incluye concesionarios automotrices, bienes raíces, equipos deportivos (como el Utah Jazz, que vendió en 2020), y servicios de salud.
Es reconocida por su filantropía activa en Utah y por defender el modelo de negocios con propósito comunitario. Gail Miller encarna la evolución del rol empresarial femenino: conservadora en la gestión, audaz en la visión.
Johnelle co-fundó J.B. Hunt Transport Services, una de las mayores compañías de logística de Norteamérica. Aunque empezó vendiendo arroz con su esposo, vio la oportunidad en el transporte de mercancías y ayudó a escalar el negocio hasta cotizarlo en bolsa.
Tras la muerte de su esposo en 2006, Johnelle continuó como figura influyente en la empresa, que hoy genera más de US $14 mil millones anuales. Su visión no solo fue estratégica, sino también estructural: ayudó a sentar las bases de una industria más profesional y moderna.
Eren Ozmen es presidenta y co-propietaria de Sierra Nevada Corporation, empresa aeroespacial que ha ganado contratos clave con la NASA y el Departamento de Defensa. Originaria de Turquía, adquirió la compañía en 1994 junto a su esposo, y la transformó en un jugador relevante en tecnología espacial y sistemas de defensa.
Bajo su liderazgo nació Sierra Space, una subsidiaria que desarrolla naves como Dream Chaser, el próximo carguero orbital no tripulado. Ozmen es un ícono del liderazgo femenino en ciencia e innovación, rompiendo techos de cristal literalmente en la estratósfera.
Estas mujeres no solo hicieron dinero: construyeron imperios, crearon empleo y transformaron industrias. Más allá de las cifras de sus fortunas, su verdadero poder radica en haber demostrado que la riqueza no es un destino reservado, sino una construcción posible con visión, trabajo duro y liderazgo estratégico.
Sus historias trazan un nuevo mapa para las mujeres que aspiran no solo a participar del juego económico, sino a redefinir sus reglas.
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