Envuelta entre vítores de «¡Estados Unidos!, ¡Estados Unidos!», Kamala Harris aceptó la nominación presidencial del Partido Demócrata. Con una ovación multitudinaria, la actual vicepresidenta se consagró como la figura principal del partido. Esto a través de un discurso lleno de emotividad, agradecimiento, y sobriedad, con algunos golpes directos a su rival, Donald Trump.
La última jornada de la Convención Demócrata, llamada «Para nuestro futuro», marcó su postura sobre el futuro político del país. Tras tres jornadas donde los horarios desaparecieron, y todos los oradores se extendieron más de lo usual, Kamala conectó con las personas para develarse como la candidata definitiva.
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Mientras pronunciaba sus palabras, Harris hizo un llamado a la unidad nacional, señalando que las elecciones ofrecen una oportunidad única para dejar atrás las divisiones del pasado y construir un nuevo camino. «No como miembros de un partido o facción, sino como estadounidenses», enfatizó, destacando la importancia de la unidad y la cooperación en estos tiempos críticos.
Kamala Harris no solo se presentó como la candidata del Partido Demócrata, sino como una mujer que encarna el sueño americano. Hija de una científica india que emigró a Estados Unidos, Harris compartió su historia de superación personal, destacando la influencia de su madre en su vida y carrera. «No te quejes nunca de las injusticias, haz algo al respecto», es el lema que marcó su vida y su carrera política.
Harris también recordó su pasado como fiscal en California, donde combatió carteles y el tráfico de menores. A diferencia de su rival, aseguró que su enfoque siempre ha sido proteger y servir al pueblo estadounidense, especialmente a la clase trabajadora.
En su discurso, Harris no evitó criticar a su rival, Donald Trump, advirtiendo sobre los peligros de su posible regreso a la presidencia. Harris subrayó los casos judiciales en los que Trump ha estado involucrado y lo acusó de utilizar el poder de la presidencia para beneficio propio. «Entre la democracia y la tiranía, sé donde estoy y donde tiene que estar Estados Unidos», afirmó, posicionándose como una defensora de la democracia frente a lo que considera un peligro para la misma.
Kamala Harris se ha establecido como una líder con una visión clara para el futuro de Estados Unidos. Con una combinación de empatía, firmeza y compromiso con la justicia, Harris busca trazar un nuevo camino para el país, un camino que deje atrás las divisiones y abrace la unidad.
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