Cada día se encuentra más cerca el 19 de mayo, fecha en que tendrán lugar las elecciones de la presidencia dominicana. Desde la caída de Trujillo, se han celebrado 14 comicios electorales donde no ha sido electa nunca una mujer, ni mucho menos sus candidaturas han sido altamente reconocidas. ¿Será este el caso de Virginia Antares (Opción Democrática) y María Teresa Cabrera (Frente Amplio)?
Aunque las aspiraciones femeninas han sido evidentes en la política dominicana, con figuras como Milagros Ortiz Bosch, Ana Inés Polanco y Margarita Cedeño incursionando en la carrera presidencial, la realidad persiste en destacar una predominancia masculina en la jefatura del Estado. A pesar de los avances en la implementación de cuotas de género en ciertos ámbitos políticos, como las diputaciones y regidurías, las candidaturas ejecutivas continúan siendo mayoritariamente masculinas.
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En el año 2015, el anuncio del partido Alianza por la Democracia (APD) de postular a la diputada Minerva (Minou) Tavárez Mirabal para la presidencia representó un hito esperado, especialmente después de más de cinco décadas desde la dictadura trujillista. Este paso debió significar un avance hacia la ruptura de la barrera que ha limitado la participación femenina en los cargos ejecutivos del país. Pero, ¿ha sido así?
Virginia Antares Rodríguez Grullón, la precandidata presidencial del partido Opción Democrática para las elecciones del 2024, representa una fusión dinámica de experiencia comunicativa, liderazgo político y activismo comprometido. Con apenas 38 años, esta dominicana ha dejado una marca significativa en diversos ámbitos, desde el periodismo hasta la educación y la defensa de los derechos animales.
Iniciando su trayectoria como periodista en el reconocido periódico Listín Diario en 2007, Virginia demostró desde temprano su pasión por la comunicación y su habilidad para abordar temas complejos con claridad y profundidad. Sin embargo, su visión trascendió los límites de la redacción, y pronto se embarcó en una carrera como consultora en comunicación, donde pudo aplicar sus habilidades para ayudar a diversas organizaciones a transmitir sus mensajes de manera efectiva y ética.
Además de su destacada labor en el ámbito comunicativo, Virginia ha dejado una huella imborrable en la educación superior dominicana. Como docente en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), institución de la cual es egresada con una licenciatura en Comunicación Social, ha compartido su conocimiento y experiencia con las nuevas generaciones, inspirando a futuros comunicadores a utilizar su voz para el cambio positivo.
Pero su compromiso con la formación va más allá de las aulas universitarias; en 2010 fundó la Escuela Política, un espacio de aprendizaje destinado a empoderar a los ciudadanos y ciudadanas a través del conocimiento de los procesos políticos y sociales, fomentando así una participación activa y consciente en la construcción de una sociedad más justa y democrática.
Con un currículum tan rico y diverso, Virginia Antares Rodríguez Grullón emerge como una figura prometedora en el panorama político dominicano, con la visión, la pasión y el compromiso necesarios para liderar el país hacia un futuro de progreso y equidad para todos sus ciudadanos.
María Teresa Cabrera Ulloa, una figura prominente en la lucha social y la educación en la República Dominicana, ha decidido dar un paso audaz hacia la Presidencia de la República. Originaria de La Vega, su nombre resuena en los principales movimientos que han marcado la historia reciente del país, desde la exigencia del 4 % para la educación hasta la ferviente defensa de Loma Miranda.
Desde su juventud, María Teresa ha sido una voz incansable en la defensa de los derechos humanos, la justicia social y la soberanía nacional. Su activismo la llevó a liderar la filial de la Asociación Dominicana de Profesores y diversas organizaciones populares en su ciudad natal, antes de asumir la presidencia del gremio de los profesores entre 2006 y 2009.
Sin embargo, su compromiso con la formación y el desarrollo personal nunca ha menguado. María Teresa ha buscado constantemente ampliar sus horizontes académicos, obteniendo una licenciatura en Filosofía y Letras, así como una especialidad en Educación Social de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Además, ha cosechado una impresionante lista de logros académicos, incluyendo una maestría en Desarrollo Humano y Sostenible del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), un Máster Internacional en Liderazgo Educativo de la Universidad Europea Miguel de Cervantes y un Máster Universitario en Metodología de Investigación en Ciencias Sociales, Jurídicas y Humanidades.
Ahora, con una trayectoria que fusiona el activismo social con una sólida formación académica, María Teresa Cabrera Ulloa se prepara para enfrentar uno de los mayores desafíos de su vida: liderar su país hacia un futuro de justicia, igualdad y prosperidad para todos sus ciudadanos.
Mientras tanto en México, las elecciones generales del 2 de junio de 2024 se perfilan como un hito histórico, según ha declarado el Instituto Nacional Electoral (INE), anticipando una participación sin precedentes de aproximadamente 98 millones de posibles votantes. Esta cifra representa un notable aumento de entre 8 y 9 millones de personas con respecto a las elecciones generales de 2018, consolidando así la importancia y la magnitud de este proceso electoral.
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En el transcurso de la campaña presidencial, se ha destacado repetidamente un hecho sin precedentes: la posibilidad de que los mexicanos elijan entre dos mujeres para ocupar la presidencia. Aunque técnicamente no serán las únicas candidatas en la contienda, esta afirmación es cierta en esencia, ya que Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez representan a los dos principales partidos políticos mexicanos: Morena y PAN, respectivamente.
Este inédito escenario refleja un avance significativo en la inclusión de la mujer en la política mexicana y subraya la creciente importancia del papel femenino en la toma de decisiones a nivel nacional. La presencia de dos candidatas prominentes en la contienda presidencial refleja una diversidad de ideas y enfoques, así como una democracia más representativa y plural.
Claudia Sheinbaum, la candidata respaldada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), emerge como la figura designada para suceder al actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Con una sólida formación académica y una amplia experiencia en el servicio público, Sheinbaum ha demostrado su capacidad para liderar y transformar. Licenciada en Física con una maestría y un doctorado en Ingeniería en Energía, su trayectoria está marcada por una dedicación inquebrantable a la causa pública y al bienestar de la sociedad mexicana.
Su incursión en la política no fue casualidad; desde el año 2000, se desempeñó como secretaria del Medio Ambiente durante el gobierno de López Obrador en la Ciudad de México. Esta colaboración marcó el inicio de una estrecha relación política y personal entre ambos líderes.
Sheinbaum acompañó a López Obrador en sus tres campañas presidenciales, consolidando su vínculo hasta su histórica victoria en 2018, cuando él asumió la presidencia y ella se convirtió en la jefa de Gobierno de la Ciudad de México con un respaldo del 47% de los votos, superando a su competidora más cercana por 16 puntos porcentuales.
Después de cuatro años y medio de liderazgo en la capital, Claudia Sheinbaum decide dejar su cargo para aspirar a la candidatura presidencial de su partido, del cual es una de las fundadoras. Su decisión refleja su compromiso continuo con la transformación y el progreso de México, y su candidatura representa la continuidad de un proyecto político basado en la justicia social, la igualdad y el respeto al medio ambiente.
Xóchitl Gálvez, una figura prominente en la política mexicana, ha forjado un camino impresionante desde sus humildes orígenes en Tepatepec, Hidalgo, hasta convertirse en una destacada senadora y candidata presidencial respaldada por una coalición de los principales partidos políticos de México: el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido de Acción Nacional (PAN).
Gálvez logró sobresalir académicamente y obtuvo una beca que le permitió estudiar ingeniería en computación, sentando así las bases para una exitosa carrera profesional que la llevaría a destacarse como empresaria.
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Su dedicación y talento no pasaron desapercibidos a nivel internacional; en el año 2000, fue reconocida como la primera mujer mexicana en ser incluida en la lista de 100 líderes globales del futuro elaborada por el Foro Económico Mundial de Davos. Este prestigioso reconocimiento le abrió las puertas para formar parte del gobierno de Vicente Fox en el mismo año.
A lo largo de su trayectoria, Xóchitl Gálvez ha ocupado importantes cargos públicos, incluyendo el de titular y directora general de la Comisión de Desarrollo de los Pueblos Indígenas. En 2010, incursionó en la contienda por la gobernación de su estado natal, Hidalgo, aunque sin éxito. Posteriormente, entre 2015 y 2018, ejerció como jefa de la delegación, hoy alcaldía, Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México, antes de obtener un escaño en el Senado por el Partido Acción Nacional en 2018.
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