Laura Sarabia, la designada en puesto clave de Colombia

¿Quién es Laura Sarabia? La mujer al frente de las Relaciones Exteriores de Colombia en tiempos de crisis

Por | January 31, 2025

A los 30 años, Laura Sarabia se ha convertido en un referente político de la nueva generación de líderes latinoamericanos. Designada como ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, su ascenso a este cargo de relevancia mundial llega en medio de una crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos. Lo que representa un reto mayúsculo para su gestión.

Sarabia asume la cancillería en un momento clave de las relaciones exteriores del país, un cargo tradicionalmente ocupado por veteranos de la política internacional, y ella lo hace con un perfil que, a pesar de su juventud, ha sido forjado por su cercanía con el presidente Gustavo Petro y su habilidad para navegar las aguas turbulentas de la política colombiana.

De la Cámara al Ejecutivo: Una carrera en ascenso

Laura Sarabia nació en Bogotá en marzo de 1994. Su formación académica refleja una clara inclinación hacia la política y las relaciones internacionales. Graduada en Relaciones Internacionales y Estudios Políticos de la Universidad Militar Nueva Granada, Sarabia complementó su formación con una especialización en Marketing Político y Estrategias de Campaña y una Maestría en Comunicación Política de la Universidad Externado de Colombia. Además, ha ampliado su visión estratégica mediante estudios en la Escuela Superior de Guerra, donde cursó un curso de Orientación en Seguridad de Defensa Nacional.

Fotografía: Cancillería

Antes de su llegada al Ejecutivo, Sarabia tuvo un paso destacado como asesora política y legislativa en el Congreso de la República, lo que la introdujo en los entresijos de la política colombiana. Su ascenso al primer círculo de poder comenzó en agosto de 2022, cuando Petro asumió la presidencia. Su nombramiento como jefa de gabinete marcó un punto de inflexión, pero también lo hizo su salida del cargo en junio de 2023, cuando estuvo en el ojo del huracán por un escándalo de abuso de poder relacionado con el entonces embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti.

Pese a las controversias, Petro nunca dejó de confiar en ella. En septiembre de 2023, Sarabia fue nombrada directora del Departamento de Prosperidad Social, donde manejó los subsidios destinados a las clases más vulnerables del país. Su labor en este cargo la posicionó como una figura clave en la estrategia social del Gobierno, lo que allanó el camino para su último nombramiento como canciller.

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Un reto diplomático en tiempos de crisis

El nombramiento de Sarabia como canciller, sin embargo, no ha estado exento de críticas. En Colombia, algunos sectores cuestionan su falta de experiencia en política exterior y relaciones diplomáticas, un hecho que cobra relevancia dado el contexto actual de crisis con Estados Unidos. El 28 de enero de 2024, el presidente Petro desautorizó el ingreso a Colombia de dos aviones enviados por Washington con deportados, un gesto que desató la furia de la administración del presidente estadounidense, Donald Trump. El motivo de la negativa de Petro fue la manera en que los deportados llegaron, esposados, lo cual consideró una violación de sus derechos humanos.

La respuesta de Estados Unidos fue inmediata. Trump impuso aranceles del 25 % a todos los productos colombianos, además de otras sanciones económicas y migratorias, lo que tensó aún más la relación entre ambos países. En este contexto, Sarabia se encuentra al frente de una diplomacia colombiana que deberá lidiar con una situación complicada con el principal socio comercial del país, además de un aliado clave en temas de seguridad.

Fotografía: El País

La mano firme de Petro y el futuro de las relaciones exteriores

A pesar de las críticas, el respaldo del presidente Petro a Sarabia sigue siendo firme. En su discurso de posesión, el mandatario subrayó que las relaciones exteriores de Colombia atravesarán “dificultades” y que la Cancillería deberá enfrentarse a desafíos significativos. Sin embargo, para Sarabia, este desafío también puede convertirse en una oportunidad para redefinir la diplomacia colombiana bajo su liderazgo.

A lo largo de su carrera, Sarabia ha demostrado un agudo sentido político y una capacidad para adaptarse a situaciones complejas. Su nombramiento como ministra de Relaciones Exteriores no es solo un reconocimiento a su lealtad y habilidades de gestión, sino también un claro mensaje de que el Gobierno de Petro busca un liderazgo joven para enfrentar los retos internacionales que se avecinan.

El camino de Laura Sarabia está marcado por un perfil innovador y por su cercanía con el presidente Petro, pero también por un desafío que podría definir su legado en la política internacional colombiana. En sus manos, la relación con Estados Unidos será uno de los más complejos rompecabezas diplomáticos que deberá resolver. El mundo observa de cerca cómo la joven canciller se enfrentará a esta tarea titánica, buscando equilibrar los intereses nacionales con las presiones internacionales.

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Un futuro incierto pero prometedor

El nombramiento de Laura Sarabia al frente de la Cancillería de Colombia es una jugada estratégica que responde tanto a la necesidad de renovar el liderazgo en el país como a la urgencia de manejar con destreza los conflictos internacionales. Aunque su falta de experiencia en el ámbito diplomático genera incertidumbre, su trayectoria política y su relación cercana con Petro pueden proporcionarle la base necesaria para hacer frente a los retos que se avecinan, particularmente con Estados Unidos. A medida que se desarrolla esta nueva fase de su carrera, el mundo espera ver cómo Sarabia manejará uno de los capítulos más críticos de la política exterior colombiana en los últimos años.

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