A propósito del estreno de Wild Life, la conservacionista Kris Tompkins muestra otro esquema de empoderamiento femenino, con una vida tan salvaje como los paisajes que se dedicó a proteger. Se trata de la presidenta y cofundadora de Tompkins Conservation y ex directora ejecutiva de Patagonia Inc, quien además patrocinó áreas protegidas de la ONU de 2018 a 2022.
Los Tompkins de alguna forma tuvieron un impacto tan grande con la filantropía, que cabría preguntar, ¿puede la filantropía salvar el planeta? La respuesta que le dio Kristine a esta pregunta fue un absoluto sí. Y no solo eso, ella se comprometió a continuar el legado de su esposo, luego de él fallecer.
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Durante su adolescencia, Kristine ayudó a construir Patagonia Inc. junto a dos amigas. Además, se convirtió en la primera mujer en ser directora ejecutiva de la compañía y desde es aposición ayudó a convertir a la compañía en la industria de ropa para actividades al aire libre más renombrada.
Cuando decidió casarse con Doug Tompkins, fundador de The North Face y cofundador de Esprit, ambos dejaron su vida empresarial por entregarse de lleno a mitigar los efectos del cambio climático.
Así es como la exitosa pareja comienzan a participar en organizaciones como Conservation Land Trust y Conservación Patagónica, estableciendo un «estándar de oro» que elevó la calidad en el trabajo con beneficios ecológicos, culturales, económicos y de conservación.
Y esto es precisamente la historia que trae Wild Life, registrando todos los altibajos del viaje que dio Kristine para efectuar la donación de tierras privadas, en Chile y Argentina, más grande de la historia.
«Como Kristine Tompkins era muy aventurero, llegaba a lugares desconocidos. En Chile encontró un marco jurídico seguro y tierras baratas para poder invertir en grandes extensiones en la Patagonia, que entonces no era muy conocida por los chilenos y no tenían idea de la joya que estaba en sus manos», relata a DW el periodista Jonathan Franklin, autor del libro ‘Una idea salvaje’ sobre la hazaña del filántropo.
Actualmente las Fundaciones Rewildimng Chile y Rewilding Argentina, son las herederas de la labor de Tompkins Conservation. Estos proyectos han protegido más de 6 millones de hectáreas, una superficie mayor al tamaño de Croacia.
Esto fue posible gracias al compromiso de Kristine Tompkins que sólo en 2016 firmó un acuerdo para entregar a Chile más de 400,000 hectáreas, la donación privada más grande de la historia. Así es como entre los dos países suman más de 15 parques creados o expandidos y dos parques marinos, además de reintegrar al ecosistema más de 14 especies de animales en peligro de extinción.
Por: Karime Rivas.
