Hoy finalmente en una votación histórica, el Senado de Estados Unidos aprobó a la jueza Ketanji Brown Jackson, para servir a la Corte Suprema. Aunque muchos medios le han titulado como ‘la primera mujer negra’ que llega al tribunal de un país, en realidad se trata de un triunfo en la tarea global de trascender los sesgos de género y color.
Sin embargo, más que la primera jueza negra, ella representa un cambio pero no de ideología para la Corte. Actualmente, el máximo tribunal tiene seis jueces conservadores y tres jueces liberales, más el magistrado que se jubila, Stephen Breyer, que proviene del campo liberal.
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Y aunque la Casa Blanca y los demócratas del Senado han destacado la naturaleza histórica de esta designación, son muchos los retos de Ketanji tiene por delante.
Con esta designación el presidente Joe Biden ha cumplido con una promesa de su campaña. Justo en el momento en que el partido enfrenta una serie de desafíos en el país y en el extranjero. Por un lado la inflación ejerce presión y por el otro, la crisis de Ucrania.
La emoción de Ketanji se dejó ver en su audiencia de confirmación, y puede que alguna lágrima se haya escapado. Especialmente durante el discurso del senador demócrata Cory Booker de Nueva Jersey, quien es uno de los tres únicos senadores negros, donde habló sobre su camino hacia la nominación y obstáculos que ha tenido que superar.
A lo largo del proceso de investigación del Senado, los demócratas elogiaron a Jackson, según registra CNN Español. Se le calificó como una candidata innovadora excepcionalmente calificada cuya profundidad y amplitud de experiencia, incluso como defensora pública federal, agregaría una perspectiva valiosa y única al tribunal.
Jackson fue integrante de la Comisión de Sentencias de EE.UU. y sirvió en el tribunal de distrito federal en Washington, designada por el expresidente Barack Obama, antes de que Biden la elevara al circuito de Washington en 2021.
Muchos intentaron retratarla como alguien débil en el crimen y, en una línea de ataque muy cargada, demasiado indulgente al sentenciar casos de pornografía infantil. Jackson y los demócratas rechazaron enérgicamente las acusaciones.
Pero Jackson, por su parte enfatizó su preocupación por la seguridad pública y el estado de derecho, como jueza y estadounidense. Y argumentó que aborda su trabajo de manera imparcial y que las opiniones personales no juegan un papel.
Y aunque se cruzaron varias líneas, finalmente se confirmó a Ketanji para dar paso a una nueva era, ¿o no?
Por: Karime Rivas.
