Frances Haugen, sigue siendo el nombre de una niña precoz que aún representa una amenaza para Facebook. Hasta la fecha, se ha presentado frente a los parlamentos del Reino Unido y la UE, reguladores y una multitud de conferencias de tecnología. Haugen dice que quería cruzar el Atlántico para ofrecer sus consejo a los legisladores que dan los toques finales a las nuevas regulaciones que apuntan a la enorme influencia de las grandes empresas de redes sociales.
Las nuevas leyes del Reino Unido y la UE tienen el potencial de obligar a Facebook y sus competidores a abrir sus algoritmos al escrutinio público y enfrentar grande multas si no abordan los impactos problemáticos de sus plataformas.
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
Los legisladores y reguladores europeos «Han estado en este viaje un poco más» que sus homólogos estadounidenses, dice diplomáticamente Haugen. «Mi objetivo es apoyar a los legisladores mientras reflexionan sobre estos temas».
Haugen de 37 años, hace unos meses reveló decenas de miles de páginas de documentos internos de Facebook al Congreso y a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). Los documentos fueron la base de una serie de artículos en el Wall Street Journal. Esto contribuyó a evidenciar el impacto dañino que la compañía tiene en la salud mental de los adolescentes y el grado de desinformación en sus plataformas, hasta el uso abierto de sus servicios por parte de los traficantes de personas.
Los documentos dibujaron a una empresa que a menudo es consciente de los daños a los que contribuye, pero que no quiere o no puede actuar contra ellos. Las revelaciones de Haugen colocaron a las acciones de Facebook en una trayectoria descendente, formaron la base de ocho nuevas denuncias ante la SEC y han llevado a los legisladores de todo el mundo a intensificar sus exigencias para regular a la empresa.
La lucha de esta mujer, le ha llevado a ocupar la portada de la revista TIME recientemente. Mientras tanto, Facebook ha rechazado las afirmaciones de Haugen de que anteponen sus ganancias a la seguridad y dice que gasta 5,000 millones de dólares al año en mantener seguras sus plataformas. “Como empresa, tenemos todos los incentivos comerciales y morales para brindar al máximo número de personas una experiencia lo más positiva posible en nuestras aplicaciones”, dijo un portavoz en un comunicado.
Aunque muchos conocedores de esta realidad han denunciado antes a Facebook, ninguno ha llegado tan lejos como Haugen. Ella ha captado la atención del público sobre los impactos negativos de la red social. Uno de los motivos es que para denunciar a una empresa de tecnología multimillonaria requiere una combinación particular de habilidades, rasgos de personalidad y circunstancias.
En el caso de Haugen, se necesitó una experiencia cercana a la muerte, un amigo perdido, varias esperanzas aplastadas, una apuesta de criptomoneda que salió bien y meses en consejo con una pastora que también resulta ser su madre. La personalidad atípica de Haugen, la brillante formación académica, las sólidas convicciones morales, las sólidas redes de apoyo y la confianza en sí misma también ayudaron.
Tras varios incidentes de salud, pasó algunas temporadas trabajando en Yelp y Pinterest como gerente de producto exitosa trabajando en algoritmos. Luego, en 2018, un reclutador de Facebook la contactó. Ella dijo que aceptaría el trabajo solo si podía trabajar para abordar la desinformación en la operación de ‘integridad’ de Facebook, el brazo de la empresa enfocado en mantener la plataforma y sus usuarios seguros.
El tiempo que duró trabajando en ‘información errónea’ le permitieron darse cuenta de cuán vulnerables se encontraban países que están dando sus primeros pasos en el internet, como la India. De inmediato encendió sus alarmas, ver tantas cuentas nuevas en Facebook de personas que nunca habían estado en internet y por ende, no tenían la inmunidad tecnológica de discernir entre el contenido falso y real.
Haugen en reiterada ocasiones había expresado preocupaciones específicas sobre el impacto de Facebook en Etiopía, donde la violencia étnica se estaba desarrollando y, en algunos casos, era amplificada por las plataformas de Facebook. El 9 de noviembre, Facebook dijo que había estado invirtiendo en medidas de seguridad en Etiopía durante más de dos años, incluida la activación de algoritmos para rebajar el contenido potencialmente inflamatorio en varios idiomas en respuesta a la escalada de violencia allí. Haugen reconoce el trabajo y dice que quiere dar «crédito a quien se lo merece, ”Pero afirma que la red social llegó demasiado tarde para intervenir con medidas de seguridad en Etiopía y otras partes del mundo. “La idea de que ni siquiera enciendan esas perillas hasta que la gente reciba un disparo es completamente inaceptable”, dice. «La realidad en este momento es que Facebook no está dispuesto a invertir el nivel de recursos que le permitiría intervenir antes».
Lo que Frances Haugen vio que estaba sucediendo en países como Etiopía e India aclararía sus opiniones sobre la ‘clasificación basada en el compromiso’, mejor conocido como ‘el algoritmo’. Lo cierto es, que este sistema de acuerdo a Haugen, se encarga de poner de primero en la parte superior de los feed de los usuarios, lo peor de la humanidad.
“Una de las cosas que ha sido bien documentada en la investigación en psicología es que cuantas más veces un ser humano está expuesto a algo, más le gusta y más cree que es verdad”, dice ella. “Una de las cosas más peligrosas de la clasificación basada en el compromiso es que es mucho más fácil inspirar a alguien a odiar que a la compasión o la empatía. Dado que tienes un sistema que hiperamplifica el contenido más extremo, Verás a personas que se exponen una y otra vez a la idea de que [por ejemplo] está bien ser violento con los musulmanes. Y eso desestabiliza a las sociedades».
Ante esta terrible realidad, a finales de octubre, Facebook Inc., (propietaria de Facebook, WhatsApp e Instagram) cambió su nombre a Meta, un guiño a su ambición de construir la próxima generación de experiencias en línea. En en discurso el director ejecutivo, Mark Zuckerberg dijo que creía que el ‘Metaverso’, su nueva propuesta para construir un universo virtual, cambiaría fundamentalmente la forma en que los humanos interactúan con la tecnología. Frances Haugen dice que le preocupa que el Metaverso aísle a las personas en lugar de unirlas: «creo que cualquier tecnología con tanta influencia merece la supervisión pública».
Con la compra de tu suscripción digital, recibes acceso a contenido premium dentro de nuestra plataforma web.
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Newsletters especiales y especializados
12 ediciones digitales de Mercado
12 ediciones digitales de Market Brief
Nuevas ediciones al instante en tu correo