La productividad es un concepto que necesariamente debe mutar para las mujeres. El estado de hipervigilancia, multitarea y responsabilidades que les llevan al malabarismo en múltiples áreas es un síntoma de lo que se conoce como el «Síndrome de la Súpermujer».
El problema de enfocarse solo en maximizar la producción puede estar cavando una profunda pérdida de nuestro potencial creativo más audaz. En la pandemia vimos cómo la salud mental ocupó el centro del podio.
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En 2020, «Mental Health UK» informó que «casi una de cada cuatro mujeres trabajadoras (23%) en el Reino Unido luchan por manejar los sentimientos de estrés y presión en el trabajo».
Parece que las mujeres estamos mejorando el impacto del trabajo pero no conseguimos evitar el agotamiento. Es necesario revisar cómo estamos usando nuestro tiempo y la definición del éxito.
En lugar de pensar en términos de productividad, las empresarias deberían pensar en fecundidad, sugiere la periodista y coach empresarial, Joanna Martin quien escribe una columna especializada en productividad empresarial y emprendimientos.
En tal sentido, ella recomienda prestar atención a nuestros ciclos naturales y cómo se desarrolla el flujo de trabajo personal. Es posible que tengas horas, días o semanas en los que la producción disminuye.
Al abrazar tus ritmos en lugar de fijar resistencia, también permitirás experimentar picos donde tu impacto supera con creces cualquier cosa que puedas imaginar en ese viejo modelo lineal.
¿Con cuánta frecuencia te has obligado a concentrarte en los detalles cuando tu energía ese día se centró más en la gran visión? ¿O mediste tu progreso con marcadores arbitrarios en lugar de confiar en tu capacidad para dar saltos extraordinarios cuando lo necesitas?
Estas son señales de antiguas formas de trabajar que ya deben superarse.
No es fácil romper los viejos esquemas. Respetar los ciclos naturales, confiar en tu intuición y pedir lo que necesitas no son habilidades que a la mayoría de nosotras nos hayan enseñado a usar.
¿Pero qué hacer en un momento en que nuestras mujeres más talentosas y mejor calificadas pueden encontrarse exhaustas y quemadas?
Imagina que mientras planificas tu semana no necesites concentrarte en cuánto podrías hacer, sino en cómo podrías obtener la energía óptima en cada jornada. «Este sería un enfoque que te devolvería el control», dice Joanna Martin.
No se trata de la gestión de tiempo, sino de la gestión de energía. En lugar de tener una perspectiva lineal, es hora de que descubramos el verdadero poder de nuestra naturaleza cíclica, propia de lo femenino.
Es momento quizás de aprender a pensar en la productividad con enfoque femenino, ¿no se siente diferente?
Por: Karime Rivas.
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