La paciencia se ha convertido en el reto de las nuevas generaciones, por lo que destacar en el mercado laboral se ha vuelto aún más cuesta arriba. Especialmente cuando tenemos presente la fórmula donde el talento, la formación y la perseverancia te ponen a prueba.
Es por esto que mantener el entusiasmo por el trabajo se ha convertido en un tema de interés tanto por las empleadas como por las empresas, quienes se interesan cada vez más en incentivar el interés.
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Por un lado, existen estupendos programas de formación; cursos, talleres, escuelas y universidades, con una oferta capaz de satisfacer las demandas más exigentes del mercado. Por otro lado, las empresas comienzan a valorar más las soft skills o habilidades blandas, esos talentos que te permiten gestionar una crisis, trabajar en equipo, tener buenas habilidades sociales, o la suficiente inteligencia emocional para afrontar los contratiempos.
Es tanto el interés que ha despertado en las empresas por esto último, que un estudio reciente realizado por la Universidad de Harvard, la Fundación Carnegie y el Stanford Research Center, «el 85 % del éxito laboral a largo plazo depende de las soft skills de las personas, mientras que el 15 % restante depende de los conocimientos técnicos».
Esta es quizás una de las preguntas que más se hacen las mujeres menores de 30 años que aún no saben cómo potenciar sus conocimientos, ni sus habilidades por falta de una estrategia. En tal sentido, Vogue Business entrevistó a Eva Porto, quien ha creado una comunidad en redes sociales donde explica el funcionamiento del mercado laboral, ayudando a sacar tu máximo potencial.
«Cuando hacemos algo con prisa y sin prestarle demasiada atención, no lo hacemos bien. Lo mejor es plantearse objetivos. Qué tipo de puesto quiero, qué empresas me interesan, cómo voy a hacer mi curriculum, y luego pensar cómo las voy a convencer de que soy la mejor opción», dice Porto con respecto a las diferentes fases laborales, desde el proceso de selección.
Un interesante enfoque que le han dado los expertos a esta fase del proceso, nos invita a percibirnos como un producto. «Hay que cambiar el chip. Vamos a una entrevista de trabajo dejándoles todo el poder a las empresas, siendo totalmente pasivas, y no es así. Hay que reconocer nuestra valía y saber qué podemos aportar, para así persuadir al reclutador», dice.
Te levantas por la mañana, te alistas para ir al trabajo y dices mirándote al espejo: «Hoy voy a lograr todo lo que me proponga». Con este tipo de frases sientes un subidón que pronto se convierte en un peor estado de apatía.
La razón es muy sencilla. Y es que pocas personas realmente tienen definido su propósito de vida, o algo más sencillo aún, sus metas diarias. Esto les hace ir en automático una vez han conseguido las primeras metas profesionales, pierden la ilusión fácilmente y se sienten a la deriva.
Si esto te está ocurriendo y necesitas recobrar el entusiasmo, puedes comenzar por seguir estos consejos:
Comienza desde ya a enfocarte en un máximo de cinco propósitos o «deseos» por años, así podrás tener verdaderos avances. Es importante que revises constantemente si tu deseo está bien enfocado, porque así todo será favorable y más fluido para ti. Por: KR.
