En el mundo profesional, tener una entrevista de trabajo puede ser de los momentos más incómodos y atemorizantes, por todas las expectativas que tenemos en torno a ese encuentro donde esperamos ser seleccionados.
Este es el momento en que tus nervios serán puestos a prueba y el estrés podría poner en juego tu futuro, por lo que debes dejarlos a un lado. Aunque esto se lee fácil, hacerlo es difícil si no cuentas con las herramientas correctas.
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Hay aspectos claves que nos pueden llevar a la siguiente ronda o, de plano, dejarnos fuera del proceso. A continuación te desglosamos aquellas herramientas que te serán súper útiles al momento de asistir a una entrevista de trabajo:
La entrevista de trabajo se trata de la técnica más utilizada en los procesos de selección de personal. Ante un puesto de trabajo vacante o de nueva creación, se establece un perfil de candidato y, posteriormente, a través de la entrevista, se elige a uno de los candidatos para cubrir el puesto determinado.
La entrevista puede ser individual y colectiva, según los objetivos que se quieran lograr en la entrevista.
Conoce tu propio currículum vitae. En un inicio fue tu currículum el que los ha impresionado. Eso no significa que vayan a levantar un interrogatorio con él. Pero debes ir preparada para responder todo tipo de preguntas, incluso algunas que ya están respondidas en el CV. Piensa en todas las respuestas que puedan hacerse sobre lo que tiene escrito.
Conoce la empresa a la que quieres ingresar. Antes de enviar tu postulación, haz una lectura cuidadosa del anuncio de la oferta de empleo. Generalmente te dirá algo sobre los intereses del empleador. El conocimiento que tengas sobre las características o negocio de tu eventual empleador, su dimensión, productos o servicios, incluso eventos noticiosos recientes, siempre impresionan al entrevistador y te brindará confianza.
Los expertos recomiendan que no hagas preguntas sobre beneficios o del sueldo durante la primera entrevista. Para abordarlo es bueno esperar que la empresa abra el espacio.
Elabora una lista con las dudas que tengas. Escribe un listado con todas las dudas que te surjan sobre el trabajo y la empresa. Si durante la entrevista encuentras el momento adecuado para hacerlas, puedes sacar el papel y leerlas tranquilamente. Eso demostrará que te has preparado y tienes interés.
No preguntes sobre el horario, sueldo, las vacaciones o el tipo de contrato.
Cuida el lenguaje corporal. Tu cuerpo puede decir mucho más que tus palabras, por ello trata de mantener una postura erguida. Nada peor que andar encorvado, ya que refleja flojera, indecisión, inseguridad y falta de profesionalismo.
Evita los movimientos nerviosos con tus manos y pies. ¡Sonríe! Los empleadores prefieren un candidato alegre y entusiasta que a una persona aparentemente hostil o estresada. Sin embargo, trata de no excederte. Las sonrisas falsas y el humor forzado tampoco es recomendable, apuesta a la autenticidad.
Recuerda colocar tus manos al alcance de la vista del entrevistador. Usa los brazos para apoyar y reforzar lo que cuentas, pero cuida de no exagerar con tus gestos. Ten precaución también con el movimiento de pies y piernas, a veces es inconsciente y te puede traicionar.
Evita hablar mal de tu trabajo anterior. Los expertos afirman que es un grave error llegar a quejarse de lo mal que te tratan o te trataron en tu empresa y que por eso quieres cambiar de empleo. Enfócate en las nuevas metas que buscas alcanzar y en los retos que esperas de la nueva empresa. Si has sido despedida habla de superación y crecimiento, no sobre insatisfacción.
Una parte importante de la preparación reposa en la posibilidad de conocer algunas de las preguntas que posiblemente surgirán durante la entrevista de trabajo. Ten en cuenta que pueden existir 5 dimensiones que de seguro el entrevistador querrá abarcar y a continuación desglosamos:
Mucho se habla de lo que debemos hacer en una entrevista, pero poco se habla de los errores más comunes, que pueden llegar a costarte el puesto. Aquí algunos de ellos:
No adaptar tu perfil a la necesidad. Para lograr esto con éxito es importante la información que entrega la persona que lidera el proceso ya que así tienes una idea clara de lo que necesitan. Destaca los tópicos o temas que sean de interés para el cargo.
Nunca llegues tarde. Llegar tarde es una pésima señal, ya que inmediatamente se pone en el lugar de un colaborador de su compañía llegando tarde a una importante reunión o compromiso.
Descuidar el vocabulario o presencia. Es clave la forma en que te comunicas, tanto verbal como no verbal, nuestra postura muestra mucho. De hecho, le da una idea muy clara de quién eres tú.
Con estos datos presentes, podrás tener una entrevista exitosa y recuerda que una sonrisa tiene la fuerza suficiente para cambiar cualquier “no” en un “sí”.
Por: KR.