En las economías emergentes, el espíritu emprendedor se está tornando cada vez más común en la población femenina. Según un estudio realizado en 50 naciones por la Global Entrepreneurship Research Association, America Latina es la región con la más alta proporción de mujeres que se animan a emprender su propio negocio. De todos los países analizados, los que registran la mayor participación emprendedora femenina se sitúan en Latinoamérica.
Por ejemplo, más de un tercio de las ciudadanas ecuatorianas de entre 18 y 64 años se encuentran en la etapa inicial de establecer su propia empresa, es decir, en los primeros 3,5 años de vida de su negocio. Esta proporción asciende a más del 32% en el caso de Chile y al 23% en Brasil.
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A la vez, la citada investigación demuestra que otros Estados con economías más desarrolladas como Alemania, Japón y España cuentan con tasas muy bajas de mujeres empresarias, todos ellos con proporciones inferiores al 10%. Esta parece ser la regla y no la excepción.
Las economías más avanzadas suelen registrar tasas más bajas de iniciativa empresarial femenina debido a la presencia de una mayor cantidad de opciones de trabajo y a niveles más altos de competitividad entre las empresas, factores que pueden hacer menos atractivo el proyecto de fundar una compañía propia.
Luego de la pandemia la proporción de mujeres latinas emprendedoras ha aumentado significativamente, sobre todos en los países con economías emergentes. De hecho, un estudio publicado por la firma First Round Capital, de Silicon Valley, encontró que las inversiones en start-ups que tenían al menos una mujer e el equipo fundador tuvieron un rendimiento 63% mayor a las lideradas solo por los hombres.
Sin embargo, estos indicadores contrastan con el número de mujeres que ocupan cargos altos en las empresas. Según datos sobre género del Banco Mundial, en el caso de las grandes compañías a nivel mundial, solo una de cada cinco mujeres ocupa cargos de alto nivel como directoras ejecutivas o gerentes. La proporción aumenta cuando se trata de empresas pequeñas o start-ups.
Además, a nivel mundial una de cada tres empresas pequeñas, medianas o grandes son propiedad de mujeres, mientras que en todas las regiones del mundo, salvo América del Norte, el porcentaje de mujeres que acceden a cuentas y servicios financieros al momento de emprender es menor que en el caso de los hombres, según cifras del Banco Mundial.
Finalmente, la más reciente encuesta global sobre mujeres emprendedoras de Herbalife Nutrition, que consultó a 9.000 mujeres en 15 países, reveló que el 72% de ellas aspira tener un negocio propio, mientras en Colombia ese porcentaje aumenta al 85%.
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