Elisabeth Borne, la tecnócrata que se convirtió en primera ministra de Francia

Por segunda vez en la historia de Francia estará ocupado el cargo de primer ministro estará ocupado por una mujer: Elisabeth Borne, quien ha sido reconocida por Emmanuel Macron, por su discreción y lealtad al presidente. Sin embargo, miremos esto con el prisma correcto, para entender la viralidad de este nombramiento.

Estamos ante la primera mujer que ocupa la posición de primera ministra del gobierno francés en 30 años, la segunda en toda la historia después de Édith Cresson, nombrada en 1991 por François Mitterrand.

Contrario a su predecesora, de Borne no se puede decir nada, ni bueno ni malo. El 45% de los franceses admitió el mes pasado que no reconocía ni su nombre, por suerte no todo es anónimo en ella.

La tecnócrata detrás de la política

Todo este tiempo, Elisabeth Borne optó por volar bajo como tecnócrata para convertirse en una verdadera superviviente de la política. Ingeniera de Caminos y Puentes formada en la prestigiosa Escuela Politécnica francesa, Borne empezó a frecuentar los pasillos de la política a mediados de los años 1980.

No milita en ningún partido ni se ha presentado en ninguna lista, pero ha estado en distintas posiciones de alto nivel político en cinco gobierno socialistas.  De 2014 a 2015 fue jefa de gabinete de Ségolène Royal, ministra de Ecología, Sostenibilidad y Energía, para pasar luego a presidenta ejecutiva de la empresa pública RATP, operadora de transportes de París.

En 2017 fue una de las socialistas que se sumaron a La República en Marcha, el movimiento de Emmanuel Macron, y desde entonces ha ocupado varias carteras ministeriales: ministra de Ecología e Inclusividad, ministra de Transporte y ministra de Trabajo.

 

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Cuando Borne fue nombrada ministra de Transportes donde hizo frente a importantes desafíos como la imposición del ecoimpuesto a los billetes de avión o el impulso de la bicicleta, pero sobre todo la reforma de la empresa pública de ferrocarril que dio pie a la mayor huelga del sector en décadas.

Sin embargo, las protestas no empequeñecieron a la ministra, que de igual forma sacó adelante la reforma poco antes de pasar a ser ministra de Transición Ecológica. Desde allí ha defendido polémicas reformas como la del subsidio de desempleo y la de las pensiones de jubilación, la última de las cuales sigue siendo un desafío pendiente.

Un perfil bastante discreto

Nacida en París en 1961, hija de un judío de origen ruso refugiado en Francia y deportado a un campamento de exterminio en 1942. Su padre murió en 1972 cuando ella tenía 11 años y su madre, sin demasiados recursos, tuvo que hacerse cargo de ella y de su hermana.

A pesar de su relativo anonimato, su gestión durante el gobierno del primer ministro Jean Castex ha ofrecido resultados. La tasa de empleo ha descendido a sus niveles más bajos desde hace 15 años, un logro que beneficia sobre todo a los más jóvenes, pues no se veía tan poco desempleo juvenil desde hace más de cuatro décadas.

Como contrapartida, fue la responsable de reducir los beneficios sociales a los desempleados en la últimas negociaciones sindicales. De hecho, aunque es abiertamente una mujer de izquierda y dice defender la justicia social, ella a sido una dura negociadora con los sindicatos franceses.

 

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Con su nombramiento dio un comunicado con una fina carga feminista. «Quiero dedicar mi nombramiento a todas las niñas, para animarlas a ir hasta el final para perseguir sus sueños», dijo en su discurso inaugural.

Con estas notas de ternura, Elisabeth Borne será quien demuestre que Macron no es un gobernante frío y calculador, sino un líder capaz de atender las nuevas demandas de la sociedad francesa.

Efectivamente, Borne llega con ciertas credenciales ecologistas y sociales, pero su alma sigue siendo tan tecnócrata como Macron. Su fama de exigente es proverbial y sus equipos le apodaron ‘Borne out’ (por ‘burn out’) gracias a sus horarios implacables.

Aunque ha sido cuestionada como alguien ineficiente, cumple con uno de los requisitos más importantes: el íntimo conocimiento de la Administración francesa. Esto hará que sea interesante analizar su recién comenzado ciclo como primera ministra.

Por: KR.