«Vamos a ir viendo una redistribución de algunos procesos productivos, económicos e industriales que van a permitir, si se hacen de forma consciente y con la sostenibilidad como eje central, equilibrar mejor los flujos de capital entre países y el impacto de estos capitales en la vida de los ciudadanos.” augura Boronat frente a este cambio de consumo.
El camino aún es largo y ahora que todo parece estar volviendo a la normalidad no podemos olvidar el bien que hace seguir apoyando a los negocios de toda la vida, los que tenemos al alcance de nuestra mano y que no cuentan con el respaldo internacional, e incluso aquellos que están emergiendo y dan el paso a abrir sus puertas como pequeñas empresas de jóvenes emprendedores.
¿Cómo impulsar la economía local?: RD necesita un ingrediente extra
Uno de los retos para el consumo de cercanía es la falta de acceso que estos pequeños negocios tienen a determinadas localizaciones. En cuanto visitamos el centro de la ciudad vemos que los pequeños comercios que sí resisten gracias a una red social que han ido construyendo a su alrededor.
¿Cómo dar con estos comercios? Tómate tu tiempo para pasear, investigar y probar locales que vas viendo. Muchas veces la pereza o la rutina nos hace elegir por inercia y nos perdemos la oportunidad de descubrir muchas otras opciones que podrían sorprendernos solo por no salir de nuestra zona de confort.
Visibiliza los pequeños negocios
«Los consumidores debemos aprender a valorar la gran diferencia de atención y servicio que implica la compra de proximidad.» aconseja Boronat. Hoy en día utilizamos las redes sociales para hablar de todo y en ocasiones como esta pueden ser un altavoz para acercar los pequeños negocios a las personas de nuestro entorno.
Apuesta por el exotismo nacional
«Planificar tu viaje de la mano de un experto que tiene su agencia en el destino y que a su vez, tiene su propia red de proveedores locales, promueve la activación (y reactivación) de las economías locales», esta es la clave que revela Viola Migliori.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), las Mipymes constituyen el 99% del tejido industrial de la región, generando así un porcentaje considerable de los empleos de las economías. La mayor parte son microempresas, representando un. 88.4% del total. Sin embargo, su productividad es extremadamente baja en comparación con las grandes empresas. (KR)