Cada vez más mujeres están dejando de contemplar el multitasking como una habilidad. El síndrome de las ventanas abiertas se le atribuye a esa sensación de estar haciendo varias cosas a la vez sin llegar a concretar ninguna. Así como tu smartphone y pc colapsa cuando tienes demasiadas aplicaciones y ventanas abiertas, tu mente puede saturarse con esta concatenación de estímulos. De hecho, es mucho peor que un sobrecalentamiento ya que comienza mandar estímulos de estrés y ansiedad.
El síndrome de las ventanas abiertas tiene mucho que ver con la hiperconexión, la productividad y el multitasking, y se ha multiplicado a causa del teletrabajo: mientras trabajamos, pretendemos organizar la compra y atender a las personas de la casa. Y aunque parezca una habilidad femenina, no podemos y conseguirlo puede llevar a un profunda sensación de frustración que genera aún más estrés.
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Según la psicóloga Gema Sánchez Cuevas, auto del libro «Ahora es tu momento: claves para sanar y ser feliz», explica que nuestro cerebro no está realmente preparado para hacer varias cosas a la vez y obtener resultados óptimos. Por lo tanto, si te encuentras fatigada, adormecida, con una sensación de cansancio mental, así como con problemas para concentrarte en lo que estás haciendo (cambias de una tarea a otra o de un tema a otro de forma frecuente), olvidos y esa sensación de que por mucho que hagas, parece que no avanzas es muy probable que estés bajo los efectos del síndrome de las ventanas abiertas.
Cuando haces varias tareas te alejas de la productividad, el cerebro pierde eficiencia cognitiva y relacional. Además impides la concentración y generas cansancio mental. Y gracias a la tecnología todos nos vemos alguna vez con el televisor encendido, mientras revisamos un perfil de Instagram y sostenemos una conversación con alguien en casa. De hecho, esta actividad de forma frecuente ha reducido nuestros niveles de atención. Lo que ocurre es que al cerebro le gusta la novedad y abrir una ventana nueva supone que recibamos una recompensa: la dopamina.
Lo primero que sugiere Gema es reflexionar si al tener varias ventanas abiertas estás atendiendo más cosas o estás retrasando todo. ¿Te ayuda a enfocar la atención o a perderla? Lo segundo, parar. Aunque no parezca un consejo, realmente en medio de la hiperconectividad detenerse puede ser un recurso muy útil.
Otra opción es hacer una lista de aquellas cosas que te estresan en tu vida personal y si estás en el trabajo, una lista de todas las cosas que tienes por hacer. Y lo siguiente es comenzar a diferenciar aquello que es realmente urgente de lo que no y llevar a cabo una planificación de cuándo y cómo llevara cabo cada asunto.
Para prevenir este síndrome es bueno que incluyas en tu vida prácticas como la meditación y técnicas de relajación como aliadas para la concentración, sentirte mejor y cultivar la paz mental y la calma, algo esencial en una sociedad hiperestimulada. Otra opción es trabajar teniendo en cuenta una planificación, es decir con una organización y unos tiempos. Esto nos permitirá tener un orden y una rutina. (KR)
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