El ghosting es un término que no se limita únicamente a las relaciones interpersonales, esta práctica también puede ser laboral. Suele asociarse a la conducta de un trabajador o candidato a un puesto que desaparece y se esfuma de sus compromisos asumidos sin dejar señal alguna, y sin motivos aparentes. Aunque los expertos aseguran que esto sí tiene motivos y las empresas pueden ayudar a corregirlo.
Los principales afectados de esto son los departamentos de Recursos Humanos, y en particular, los encargados de selección que de forma frecuente «pierden» candidatos en medio del proceso de captación.
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
Lo que diferencia estas situaciones de un tradicional «abandono de trabajo» es la cantidad de casos que se registran de manera creciente, siendo un patrón de conducta más frecuente y repetitiva en los millennials y centennials.
Un estudio reciente de la compañía estadounidense Indeed descubrió que el 77% de los buscadores de empleo han sido ignorados por las empresas al menos una vez en 2021, un 10% después de haber recibido una oferta formal de trabajo.
Por otra parte, solo el 27% de las empresas participantes en el estudio admitieron no haber ignorado a ningún candidato. Aunque parezca ser esta la nueva realidad del mercado laboral, debemos integrar mejores formas, asumiendo sin prejuicios que si nos quedamos en el limbo, la respuesta es «no».
Importantes compañías que analizan la gestión humana, indican que más allá de la falta de compromiso con la tarea, expresa una incomodidad no manifiesta por parte del empleado que no se anima a plantear su situación ante su líder o referente: «Es factible que el colaborador sienta miedo o tenga inexperiencia, como para dar por terminado el vínculo laboral».
En el caso de los postulantes, el ghosting se suele dar en las posiciones del mercado laboral donde la demanda es mayor que la oferta laboral. Existe otro escenario en que los postulantes están «aferrados a la silla», que suelen iniciar el proceso de reclutamiento sin estar seguros y acaban dándose cuenta de que se encuentran bien donde están y no responden más a la oferta.
Existen otras manifestaciones de ghosting mucho más preocupantes y es aquella conocida como «el castigo silencioso», descrito por Erica Dhawan en su libro «Digital Body Language».
Esta práctica se refiere a esos jefes o colegas que deciden dejar de comunicarse (por correo electrónico, por teléfono o en las conversaciones informales en las diferentes áreas de la empresa) o minimizar los intercambios de información, hasta el punto de dejar de ponerse al día.
Existen varias razones para que esto suceda: un pico de estrés en la oficina, un comportamiento de evasión o una estrategia para sortear el conflicto. En estos casos, la situación suele resolverse cuando desaparece el motivo central del conflicto.
Sin embargo, las alarmas realmente deben encenderse cuando un jefe usa el silencio como castigo: adoptan una actitud pasivo-agresiva contra algún empleado incómodo. Cuando un jefe indica su disgusto de este modo fácilmente puede desembocar en una situación de acoso laboral, sobre todo si el equipo sigue al líder y decide ignorar a su colega.
Esto crea un espacio laboral tóxico, provocado por un liderazgo incapaz de solucionar los problemas de manera proactiva y efectiva.
Por: Karime Rivas.
Con la compra de tu suscripción digital, recibes acceso a contenido premium dentro de nuestra plataforma web.
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Newsletters especiales y especializados
12 ediciones digitales de Mercado
12 ediciones digitales de Market Brief
Nuevas ediciones al instante en tu correo