En 1989, la jurista Joan Williams identificó un problema crucial que las mujeres profesionales enfrentaban: la incompatibilidad entre el modelo de trabajo tradicional y sus responsabilidades familiares. Según Williams, las expectativas laborales que dictaban la presencia constante en la oficina, los viajes frecuentes y las jornadas interminables estaban diseñadas para hombres sin obligaciones de cuidado en el hogar. Este sistema no solo dejaba a las mujeres en desventaja, sino que también las forzaba a elegir entre sus carreras y sus familias. Hoy, décadas después, la pandemia ha impulsado un cambio fundamental en esa estructura tradicional, abriendo un debate sobre cómo el teletrabajo podría ser una herramienta clave para la igualdad de género en el ámbito laboral.
Antes de la pandemia, el trabajo remoto era considerado un lujo o una excepción para los pocos empleos que lo permitían. Sin embargo, la emergencia sanitaria global cambió drásticamente esta dinámica. Con el cierre de oficinas y la adopción masiva del teletrabajo, las mujeres comenzaron a experimentar una flexibilización en sus horarios y la posibilidad de organizar su jornada laboral alrededor de sus responsabilidades familiares. Según un informe de McKinsey, durante los primeros meses de la pandemia, la tasa de empleo de mujeres en edad productiva aumentó significativamente, especialmente entre aquellas con hijos pequeños. En muchos casos, el trabajo remoto permitió que las madres mantuvieran sus empleos sin tener que sacrificar el cuidado de sus hijos.
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
Según la Encuesta del Pulso de los Hogares de la Oficina del Censo de EE.UU. (2023), cerca del 60% de las madres trabajadoras a distancia reportaron tener un mejor equilibrio entre su vida personal y profesional. Además, el informe reveló que solo el 6% de estas madres no contaban con apoyo externo para el cuidado infantil, lo que resalta la flexibilidad del teletrabajo como una solución viable para quienes enfrentan desafíos en la conciliación de la vida laboral y familiar.
Quizás te pueda interesar: Los 10 países con más mujeres emprendedoras y los desafíos que enfrentan
Para las mujeres, especialmente aquellas que ocupan cargos de alta responsabilidad, la flexibilidad del trabajo remoto ha sido una bendición. A pesar de las críticas que algunos sectores del empresariado han lanzado al trabajo remoto, considerándolo poco serio o adecuado solo para «holgazanes», la realidad es que las mujeres han encontrado una oportunidad para mantenerse activas en el mercado laboral. Un estudio realizado por la Universidad de Míchigan destaca que ofrecer flexibilidad no solo mejora la retención de empleados, sino que también resulta más económico para las empresas que enfrentan altos costos de rotación de personal.
En términos de productividad, muchos estudios concluyen que el trabajo remoto no solo ha sido igual de efectivo que el trabajo en oficina, sino que en algunos casos ha aumentado la satisfacción laboral. La investigación de The Conference Board muestra que la satisfacción laboral de los empleados ha alcanzado su nivel más alto en los últimos 36 años, especialmente entre aquellos que tienen la opción de trabajar de forma remota algunos días de la semana.
Quizás te pueda interesar: No es el techo de cristal, es el primer escalón: McKinsey revela la trampa oculta del mundo laboral
Sin embargo, no todo es positivo. Un informe de la Institución Brookings señala que si bien el trabajo remoto ha permitido a muchas mujeres mantenerse en la fuerza laboral, también ha creado lo que se podría llamar una «trampa de flexibilidad». Las mujeres que adoptan el trabajo remoto con mayor frecuencia pueden enfrentar un estigma profesional, donde su dedicación al trabajo es puesta en duda debido a su ausencia física en la oficina. Esto, según Williams, podría terminar reforzando las desigualdades de género, donde las mujeres quedan atrapadas en una trayectoria profesional limitada.
La capacidad de equilibrar el trabajo con las responsabilidades familiares es un reto que afecta principalmente a las mujeres. Como demuestra el trabajo de Claudia Goldin, economista premiada con el Nobel, las mujeres en sectores altamente demandantes, como el derecho y las finanzas, enfrentan una doble presión: cumplir con las expectativas laborales estrictas y, al mismo tiempo, asumir gran parte del cuidado familiar. Sin embargo, el trabajo remoto ha permitido una redefinición de lo que significa ser un «trabajador ideal», ofreciendo a las mujeres una vía para mantener sus carreras sin sacrificar su vida personal.
Además, el trabajo remoto ha impulsado un cambio en las expectativas laborales a nivel global. Un análisis de Harvard Business Review encontró que las mujeres en puestos de liderazgo, que antes se veían obligadas a cumplir con horarios rígidos e inflexibles, ahora disfrutan de una mayor autonomía. Este cambio ha sido crucial para que muchas mujeres puedan avanzar en sus carreras sin tener que elegir entre el trabajo y la familia.
A pesar de estos avances, es importante reconocer que el trabajo remoto no es una solución mágica para todas las mujeres. Existen barreras estructurales que aún dificultan la plena participación femenina en el mercado laboral. Según datos de la Fundación Ford, solo el 25% de los trabajadores en el sector privado tienen acceso a permisos pagados por problemas familiares, y muchos hogares aún carecen de acceso adecuado a servicios de cuidado infantil. Esto subraya la necesidad de seguir avanzando en políticas públicas que apoyen la conciliación laboral y familiar.
En resumen, el trabajo remoto ha demostrado ser una herramienta poderosa para que las mujeres puedan seguir desarrollando sus carreras sin renunciar a sus responsabilidades familiares. No obstante, para que esta flexibilidad sea realmente transformadora, es necesario que se erradiquen los prejuicios relacionados con el trabajo desde casa y se implementen políticas inclusivas que favorezcan tanto a mujeres como a hombres por igual. El futuro del trabajo debe ser uno donde la igualdad de género no dependa de estar físicamente presente en una oficina, sino de la capacidad para contribuir de manera efectiva y equilibrada a la fuerza laboral.
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.
Con la compra de tu suscripción digital, recibes acceso a contenido premium dentro de nuestra plataforma web.
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Newsletters especiales y especializados
12 ediciones digitales de Mercado
12 ediciones digitales de Market Brief
Nuevas ediciones al instante en tu correo