El camino hacia la igualdad de género en los niveles directivos de las empresas estadounidenses ha sido arduo, pero las cifras de S&P Global indican que la meta está más cerca que nunca. Un nuevo informe de la firma, titulado “Breaking Boundaries: Women Poised for Milestone Achievement in Parity Amidst Otherwise Bleak Outlook”. Revela que las mujeres líderes podrían alcanzar una representación paritaria en puestos ejecutivos y en consejos de administración antes de 2037. Si se mantiene el ritmo actual, la paridad podría lograrse incluso para 2030.
Este informe se basa en el análisis de datos de más de 86.000 ejecutivos en 7.300 empresas del índice Russell 3000, entre 2010 y 2021. En ese período, el porcentaje de mujeres en puestos de alta dirección aumentó de 9,5% en 2010 a 21,9% en 2021. Este crecimiento exponencial es un claro indicio de una transformación en el liderazgo corporativo de Estados Unidos.
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Las cifras no mienten. De mantenerse esta progresión, las mujeres alcanzarán la paridad en los consejos de administración en menos de una década. Sin embargo, S&P Global advierte que la historia es distinta para los niveles más altos de la C-suite. Las mujeres apenas representan el 7% de los CEO en Norteamérica, una cifra que palidece en comparación con el 7,9% en Europa.
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El progreso en los consejos de administración se debe en gran parte a las políticas de inclusión y presión regulatoria en diversos estados, así como a los cambios culturales y de percepción del liderazgo femenino. No obstante, las posiciones de CEO y CFO siguen siendo el techo de cristal más difícil de romper.
Los datos del informe de S&P Global no solo celebran el avance hacia la paridad, sino que refuerzan una conclusión clave: las empresas lideradas por mujeres generan mayor rentabilidad y un mejor rendimiento de las acciones. Las investigaciones previas del equipo de S&P Global Market Intelligence han demostrado que contar con diversidad en los niveles ejecutivos no es solo una cuestión ética, sino una estrategia de negocios inteligente.
Daniel J. Sandberg, jefe de Investigación Cuántica de S&P Global y coautor del informe, señaló:
“Estos nuevos datos sugieren que las empresas están construyendo una cantera para la próxima generación de mujeres líderes en puestos de alta dirección y C-suite. Las empresas deben invertir proactivamente en el desarrollo de talento femenino desde etapas tempranas de la carrera profesional.”
A pesar del optimismo, el Foro Económico Mundial advierte que la paridad de género a una escala global aún está a más de un siglo de distancia. Sin embargo, el progreso en los niveles directivos de Estados Unidos ofrece una hoja de ruta para otras naciones y sectores.
Las empresas pueden acelerar este cambio adoptando políticas de mentoría, programas de desarrollo de liderazgo y fomentando una cultura inclusiva que permita a las mujeres crecer profesionalmente.
En un mundo donde la innovación y la rentabilidad dependen cada vez más del talento diverso, apostar por mujeres en la alta dirección es una inversión que el mercado ya no puede ignorar. La próxima década promete ser testigo de una transformación histórica en el liderazgo empresarial. Las cifras están de su lado; ahora, es cuestión de decisión y compromiso corporativo.
De acuerdo con varios estudios de 2024, el camino hacia la equidad de género en los altos mandos de las empresas está mostrando avances alentadores, pero aún queda mucho por hacer. El estudio de Grant Thornton subraya una realidad similar a nivel global. El 32% de los puestos directivos en empresas medianas están ocupados por mujeres. Pero la representación varía significativamente según la región y el tipo de industria. A pesar de los avances, el crecimiento de esta cifra sigue siendo gradual. Lo que refuerza la necesidad de políticas proactivas y planes de desarrollo de talento femenino a largo plazo.
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Además, el informe de Catalyst de este año revela que la pandemia de COVID-19 ralentizó el progreso de las mujeres en puestos de liderazgo. Destacando que el crecimiento en el número de mujeres directivas fue menor al esperado debido a las responsabilidades desproporcionadas de cuidado familiar que asumieron durante la crisis
En conjunto, estos estudios refuerzan la idea de que, si bien se están logrando avances significativos hacia la equidad de género en los negocios, las barreras estructurales y culturales todavía representan un desafío considerable. Especialmente para alcanzar una representación equitativa en los niveles más altos de liderazgo corporativo.
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