En un escenario internacional que exige sistemas de pensiones más inclusivos, la República Dominicana enfrenta un desafío apremiante: cerrar la brecha de género en las pensiones. Este reto, impulsado por desigualdades salariales e interrupciones en las carreras de las mujeres debido a tareas de cuidado, destaca como un obstáculo crítico para la equidad económica.
Francisco A. Torres, superintendente de Pensiones, planteó este tema durante el panel “Transformación de los sistemas de pensiones: Cuestiones de Género y Retos Regulatorios”, celebrado en la 11ª. Edición del Global Pensions Programme en Bilbao, España. En su intervención, Torres enfatizó que, aunque las brechas de género son un fenómeno global, las acciones locales son esenciales para mitigar su impacto.
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Bajo el liderazgo de la Superintendencia de Pensiones (SIPEN), la República Dominicana ha tomado medidas regulatorias para reducir estas desigualdades. Entre las iniciativas destaca la creación de Planes Complementarios de Pensiones, diseñados para ampliar la cobertura previsional a trabajadores independientes e informales, donde las mujeres tienen una mayor representación.
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Además, Torres subrayó que permitir contribuciones complementarias para mujeres que reingresen al mercado laboral tras periodos de cuidado es un paso crucial hacia la equidad. A largo plazo, el país también considera la posibilidad de incluir el trabajo de cuidado no remunerado en los cálculos de las pensiones. Un cambio que podría ser respaldado por el Gabinete de Políticas Sociales y el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN).
El envejecimiento poblacional en América Latina y el Caribe avanza a un ritmo acelerado. Según datos de la CEPAL, mientras que a Europa le tomó 56 años duplicar su porcentaje de población mayor de 65 años, la región alcanzará esta cifra en tan solo 28 años. La República Dominicana, en particular, se encuentra en un momento de transición demográfica. Aunque la población joven aún predomina, el crecimiento de los adultos mayores exige un sistema de pensiones preparado para atender esta nueva realidad.
“Estamos en una fase crítica de transición demográfica, lo que nos brinda una ventana de oportunidad para reformar y fortalecer nuestro sistema de pensiones”, señaló Torres.
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En el marco del Global Pensions Programme, los expertos coincidieron en que las reformas deben adaptarse a las diversas necesidades de la población, considerando factores como género, edad y situación socioeconómica. Este enfoque holístico permitirá crear sistemas de pensiones que no solo garanticen la sostenibilidad financiera, sino también la justicia social.
La República Dominicana tiene la oportunidad de posicionarse como un referente en la región al implementar reformas que prioricen la equidad. Además de reconocer el valor del trabajo no remunerado, especialmente de las mujeres. La pregunta no es si estas reformas son necesarias, sino cómo y cuándo se implementarán para garantizar un futuro más justo para todos.
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