Los fracasos en todo caso siempre llegan a darnos una lección y todo aprendizaje en la vida, puede ser interpretado como evolución. Esto lo entendió perfectamente la ejecutiva televisiva Bela Bajaria, tras un despido fulminante, que le obligó a recomponerse y volver a empezar.
Aunque a todos nos gusta ir contando éxitos, los fracasos esconden preciosas joyas de crecimiento personal y un sinfín de oportunidades. ¿Porqué esconder este ingrediente tan interesante en la conquista de nuestros objetivos?
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Las personas insisten en subrayarse como talentos iluminados en vez de como productos de la prueba y el error. Un asunto más de vanidad, que impide la transmisión de un hábito fundamental en los negocios y la vida: el autoanálisis.
Bela Bajaria, la ejecutiva estrella de Netflix que está detrás de éxitos como El juego del Calamar y Gambito de Dama, tiene una de esas historias de fracaso absoluto que inspiran mucho más que las narrativas del éxito que nacen de la nada.
Bajaria consiguió el trabajo de sus sueños cuando fue nombrada presidenta de Universal Televisión, pero a los cinco años fue despedida. Un golpe durísimo que le costó digerir, desde la amarga sensación del fracaso hasta explicarle a sus tres hijos su caída.
«En Universal pude reconstruir prácticamente todo el proyecto, contraté a un equipo totalmente nuevo y produjimos shows que tuvieron mucho éxito, algunos de ellos aún siguen, de hecho, en antena», ha contado Bajaria en una entrevista reciente.
Además explicó, » Fueron las tensiones internas las que me colocaron en el disparadero y, debido a ellas, me despidieron. Además de la sensación de rechazo y fallo personal, me daba vergüenza contárselo a mis hijos y que ellos sintieran temor por la inestabilidad o la falta de dinero».
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Hacer las paces contigo misma es la primer enseñanza que nos propone un fracaso. «Suelo ser una persona con mucho control, pero en aquel momento tuve que aprender a controlar una carrusel de emociones», confesó Bela Bajaria.
«Me di cuenta de lo importante que es poseer una vida personal rica y fuerte y colocar tus prioridades vitales fuera del trabajo. Me siento muy orgullosa de mi carrera, pero no es lo que soy. Gracias a mi despido, aprendí a separar mi identidad de mi trabajo», dijo Bela Bajaria como otro gran aprendizaje que obtuvo de su experiencia vivida.
A partir de ahí, el consejo de la ejecutiva de Netflix es no ponerse limitaciones. «Acerté al no hacer planes demasiado específicos sobre cómo debía ser mi próximo trabajo. Mantuve todas las opciones abiertas».
Ella supo aprovechar un recurso muy valioso: la red de colegas o networking. «Ya tenía 20 años en el negocio, así que conocía a casi todo el mundo. Sabía que en algún momento llegaría un nuevo reto. Y lo hizo, aunque tardó cinco años en aparecer».
Ahora que Netflix le plantó un nuevo escalón, Bela Bajaria es más consciente de la necesidad de asumir sus propios fracasos con inteligencia emocional. «Ni somos perfectas, ni tenemos que fingir que lo somos», afirma con convicción.
Por: Karime Rivas.
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