Es conocida como ‘la banquera millennial’, siempre fiel a un talante discreto poco dado a las exhibiciones públicas, Ana Botín ha sorprendido durante los últimos años por su activa presencia en las redes sociales, en las que devela muchos de sus momentos más íntimos, lejos de los “altos muros” de la banca mundial y donde se deja ver como una mujer sencilla, apasionada, amante del arte, del campo y comprometida con el medio ambiente y el desarrollo social.
Ana Patricia Botín-Sanz de Sautuola O’Shea era conocida al principio en su entorno laboral con su nombre familiar, “Ana P”, y en la prensa mundial como “Ana Patricia”. Pero con el paso de los años y su progresivo ascenso en el mundo de la banca pidió que la llamaran “Ana Botín”.
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
Con ese nombre se abrió cuenta en Twitter en 2014, aunque no debutó hasta 4 años después, en febrero de 2018, con una declaración contundente de sus intenciones y de cómo quería ser percibida más allá del denso y frío mundo financiero. “Además del Santander y la banca, tengo otros intereses como la educación, la empresa y los empleos, el poder de transformación de la tecnología digital, me gustan los deportes, el yoga e incluso el té”. afirmó en aquel primer trino que ya dejaba entre ver un acercamiento al mundo virtual muy diferente al de los demás banqueros de renombre mundial. Y así como lo hizo en la red del pajarito, en 2019 abrió su perfil en Instagram, donde ya acumula más de 35 mil seguidores, a los que ella coincidiera su comunidad. Y es que la mujer más poderosas de Europa, con un linaje banquero de cuatro generaciones, brilla por su sencillez y por intentar vivir una vida tan normal como la de cualquier otro que no gane 10 millones de euros al año, conviva con la aristocracia o sea protagonista de los foros de Davos, FMI o DeustoForum.
Lo dice sin tapujos, le gusta acostarse pronto y levantarse temprano, practicar trekking, jugar al golf y recoger frutos del campo en donde encuentra la paz que necesita para hacer frente a el Banco más grande de Europa con 194.000 empleados en todo el mundo. Vive entre Madrid, Londres y Latinoamérica, pero su residencia fija la tiene en Santander, ciudad al norte de España, que da nombre al banco que fundó su bisabuelo hace más de 162 años.
Es allí, en Cantabria, donde pasa la mayoría de veranos y donde se refugió en los días de cuarentena mientras aprovechaba sus redes para mostrarle al mundo los rincones y lugares que ella recomienda para disfrutar en familia junto a su madre y esposo Guillermi Morenés, un aristocrático, nieto del primer marqués de Borghetto, y con quien lleva 36 años de casada, tiene 3 hijos y dos nietas, y a quien en su momento le propuso matrimonio por teléfono, en una clara muestra de cómo Ana Botín rompe desde siempre con los canones tradicionales y describe su esencia libre y determinada. La banquera instagramer cumplió el pasado 4 de octubre sesenta y un años, celebrados discretamente como lo reveló en una fotografía compartida en su Instagram en la que la mujer más poderosa del mundo posaba frente a un sencillo pastel y junto a su más intima familia. (KR/RM)
Con la compra de tu suscripción digital, recibes acceso a contenido premium dentro de nuestra plataforma web.
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Newsletters especiales y especializados
12 ediciones digitales de Mercado
12 ediciones digitales de Market Brief
Nuevas ediciones al instante en tu correo