La recesión económica que se espera para este 2023 incrementará la demanda del trabajo Home Office, de acuerdo a un estudio realizado por el Harvard Business Review en conjunto con EY Americas.
Esto lejos de representar una desventaja, puede se runa gran ventaja de acuerdo a la encuestadora. Si las empresas se enfocan en conseguir soluciones apostando a la tecnología y la transformación digital podrán fomentar un crecimiento potencial.
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La reducción de costos que implica el trabajo Home Office para los empresarios, llevó al 90 % de los encuestados a decir que están considerando volver a priorizar el teletrabajo.
Por otra parte, los empleados también perciben una reducción de gastos importante, reduciendo gastos de traslados con boletos de medios de transporte o gasolina para el vehículo.
Aunque muchos de estos consejos parecen obvios, son errores tan comunes que es conveniente recordarlos antes de iniciar un nuevo periodo de digitalización de las empresas.
1. Creer que vas a trabajar menos.
Uno de los errores más comunes es confundir el teletrabajo con el descanso. En una oficina el ritmo lo marca el jefe, los correos y los compañeros; mientras que, con el Home Office es fácil tender a relajarse si no tienes que fichar.
El problema está en que de igual forma debes cumplir con plazos de entrega, que requerirán una mejor forma de manejar el tiempo y los descansos.
2. Ir a un ritmo diferente de tu equipo de trabajo.
Cuando estás desde casa es común que se altere el ritmo del sueño, propiciando que duermas de día y trabajes de noche. Es un error muy común creer que como estás en casa puedes organizarte como quieras.
La verdad es que tu horario debe estar sincronizado con el resto del mundo (teniendo en cuenta el horario del país en que se encuentren tus clientes).
3. Sobreinteractuar con los compañeros.
Cuando trabajas presencial aquello puedes comunicar lo que necesitas con solo girar el asiento. En modalidad de trabajo remoto, en caso de duda necesitarás hacer una llamada, enviar un correo o escribir por algún chat.
Esto de alguna forma puede convertirse en un gran embudo, especialmente cuando recibes un aluvión de solicitudes por diferentes vías durante el día. Una de las soluciones más efectivas para esto es implementar un gestor de tareas como Trello o Monday, así como gestionar las comunicaciones a través de Zoom procurando una reunión breve y efectiva para comenzar el día.
4. No crear un espacio de trabajo.
Delimitar un espacio de trabajo es fundamental para ubicar tus cosas y poner la mente en «modo trabajo». Aún estando en casa, es importante que definas tu rincón y rutinas.
La vida real no es «instagrameable» por lo que debes buscar espacios con una adecuada iluminación (sin sobreexponerte al sol), por encima del paisaje que pueda darte la terraza de tu casa.
Adquiere una mesa y silla ergonómicas, será una de tus mejores inversiones.
5. Procrastinar o acelerarte.
El horario de trabajo debe ser respetado, nada de ir cocinando algo en lo que la lavadora está lista y tu trabajo se exporta. Procrastinar es muy sencillo cuando te encuentras en casa, después de todo se trata del mismo espacio en que comes y ves televisión.
De igual forma, la autoexigencia es el otro polo negativo, querer hacer más y estar todo el día con la sensación de no hacer lo suficiente, puede desencadenar mucho estrés y ansiedad.
Por: Karime Rivas.
