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COMO CEO y cofundador de una de las empresas tecnológicas privadas más valiosas de Norteamérica, Brian Chesky ha visto desde primera fila de qué forma la pandemia golpea a la industria turística en todo el mundo. Una situación de la que no se ha librado Airbnb, y que ha obligado a la startup a profundizar en el problema con el objetivo de poder seguir adelante con nuevas estrategias. Como era de esperarse, la crisis del covid-19 afectó a la empresa desde principios de marzo, a raíz de que la cuarentena paralizó el turismo, y lo que Airbnb había logrado tras 12 años de trabajo estuvo a punto de perderse en tan solo 6 semanas. La start-up tuvo que reducir drásticamente sus costes, despedir a 1,900 personas, cifra que representa el 25 % de sus empleados y, entre otras medidas, eliminar gastos de marketing. El recorte de empleados, considerado como uno de los mayores realizados en Silicon Valley a consecuencia del covid-19, responde a la estrategia de Chesky de hacerle frente a la crisis y preparar el escenario para poder seguir operando, ya que Airbnb estima que tendrá menos de la mitad de ingresos que en 2019. Airbnb pensaba, justamente este año, salir a bolsa, pero el panorama cambió los planes drásticamente. Y aunque no se ha recuperado todavía, el propio Chesky tiene razones para ser optimista, ya que desde finales de mayo, registró el mismo volumen de reservas que el año anterior en Estados Unidos, sin necesidad de que invirtieran en publicidad. De acuerdo con[/vc_column_text][vc_column_text]sus palabras, “eso refleja que la gente anhela relacionarse con otros, con sus comunidades, que quieren salir y viajar. Creo que el turismo volverá, pero tomará más tiempo del que pensamos, y será diferente”. El deseo de viajar no ha mermado, solo que, por el momento, todo indica que la crisis provocará una redistribución de hacia dónde va a querer viajar la gente, y de acuerdo con los datos que la misma Airbnb tiene, el nuevo enfoque se dirige, sin dudas, al turismo interno. Un ejemplo de ello es que no han perdido ningún alojamiento de su plataforma, y como declara Chesky, “tenemos más casas hoy que antes de que empezara el covid-19”. Fundada en 2008, desde un principio el objetivo de Airbnb fue crear un mundo en el que todos puedan sentirse como en casa, donde quiera que estén, a través de viajes auténticos, diversos, inclusivos y sostenibles. Airbnb aprovecha de forma única la tecnología para empoderar económicamente a millones de personas en el mundo para que abran y moneticen sus espacios, pasiones y talentos y se conviertan en emprendedores de la hospitalidad. El mercado de alojamientos de Airbnb brinda acceso a más de siete millones de espacios únicos para alojarse en cerca de 100,000 ciudades y 191 países. La plataforma de Airbnb, que conecta usuarios de persona a persona, beneficia a todos los involucrados en la actividad: anfitriones, huéspedes, trabajadores y las comunidades en las que participan. Brian Chesky conoció a Joe Gebbia, otro de los cofundadores de Airbnb, en la Escuela de Diseño de Rhode Island, donde estudió diseño industrial, y la historia de la empresa comenzó el mismo día en que se dieron cuenta de que ese mes no podrían pagar el al[/vc_column_text][vc_column_text]alquiler de su apartamento. Esa semana de 2008 se celebraba en San Francisco una importante feria del diseño que había agotado las ocupaciones de los hoteles de la ciudad. Fue la situación que ayudó a que a los dos jóvenes se les ocurriera una brillante idea: montarían un sitio web y comprarían unas camas inflables para aprovechar el espacio que les sobraba en su apartamento. De esa forma, ofrecer “air bed and breakfast”. les dio la brillante idea del nombre: Airbnb. Nathan Blecharzyk fue el tercero en sumarse al proyecto, apoyando a Brian y a Joe en la construcción del sitio web para dar a conocer la iniciativa. Un año después, en 2009, la aceleradora Y-Combinator les facilitó 20,000 dólares para perfeccionar el modelo, y poco después la firma Sequoia Capital, de Merlo Park, inyectó la suma de 600,000 para afianzar mucho más los planes de expansión de la joven empresa. Volviendo a la actualidad, en un comunicado emitido por Chesky en mayo a todos sus colaboradores a nivel global, el ejecutivo volvió a demostrar que mantener su filosofía de trabajo le permitirá, sin lugar a dudas, seguir adelante: “A partir de ahora, viviremos en un mundo diferente y los viajes también tendrán que ser distintos. Airbnb tendrá que evolucionar para adaptarse. Las personas buscarán opciones que estén más cerca de casa, que sean más asequibles y donde sientan más seguridad. Pero también querrán algo que parece que nos han arrebatado de golpe: el contacto con los demás. La crisis ha vuelto a definir nuestra misión y nos ha obligado a volver a nuestros orígenes, a nuestra esencia, a aquello que hace realmente especial a Airbnb: la gente común y corriente que recibe huéspedes en sus alojamientos y ofrece experiencias”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]