Arte que también denuncia el cambio climático

Por revistamercado | enero 15, 2020

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Dos museos españoles usan obras famosas que invitan a pensar sobre el futuro del medioambiente.

Entre el inventario de obras del prestigioso Museo del Prado se puede encontrar ahora una curiosa versión de “El quitasol”, de Goya. La actual difiere de la original en varios puntos: el quitasol ya no es verde, es casi negro, y tiene las palabras “climate refugee”; las caras de los modelos que posan ya no son alegres; y, lo más notorio, ahora la escena no es en un tranquilo campo durante un día soleado sino en un extenso, gris y superpoblado campo de refugiados víctimas de los efectos del cambio climático que han hecho estragos en sus países.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»3/4″][vc_single_image image=»43473″ img_size=»large»][vc_row_inner][vc_column_inner width=»1/2″][vc_column_text]Museo del Prado Madrid, España

A TRAVÉS DE LOS SIGLOS:

La exposición +1.5ºC Lo Cambia Todo ha tomado obras de grandes maestros de los siglos XVI, XVII, XVIII y XX.

DOS VERSIONES DE UN GOYA:

El quitasol,
1777 La recreación actual muestra a sus personajes en el contexto de un campo de refugiados víctimas del cambio climático.[/vc_column_text][/vc_column_inner][vc_column_inner width=»1/2″][vc_column_text]La nueva versión de la obra de Goya es solo una de otras que, gracias a una iniciativa del Museo del Prado y World Wide Fund for Nature (WWF), tienen el propósito de mandar un poderoso mensaje a través de pinturas de grandes maestros que, en su momento y contexto, nunca imaginaron las consecuencias de los efectos del calentamiento global.

La exposición artística, titulada +1.5ºC Lo Cambia Todo, es un llamado a la sociedad y a quienes dirigen naciones para que busquen soluciones que puedan garantizar que ese simple aumento de la temperatura no llegue a efectuarse, pues continuaría empeorando el panorama actual que ya conocemos de inundaciones y sequías.[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Ante este panorama alarmante que presenta la exposición, ¿qué otras obras han sido tomadas y actualizadas para el propósito? “Chicos en la playa”, de Joaquín Sorolla, ya no presenta a unos adolescentes a la orilla del mar disfrutando de las olas, sino que ahora se encuentran rodeados de arena y peces muertos porque el aumento de más de 1.5ºC en la temperatura incrementaría la acidez del mar y morirían poblaciones enteras de peces, sin mencionar que los arrecifes de coral podrían desaparecer.

Además, “Felipe IV, a caballo” , uno de los retratos ecuestres más reconocidos de Velázquez se ha utilizado para escenificar la subida del nivel del mar con su personaje en la difícil situación de tener el agua “casi al cuello”. Y por último, la iniciativa muestra la posible desaparición de los ríos y cultivos a causa de la sequía extrema en la obra “El paso de la laguna Estigia”, de Joachim Patinir. En su nueva version, la barca inmóvil toca el fondo completamente seco ante la ausencia total de agua en todo el paisaje que, obviamente, ya no tiene la abundante vegetación que presentaba la obra original pintada alrededor de 1515 – 1524.

Como ha expresado Javier Solana, presidente de la Real Junta de Síndicos del Museo del Prado, “El valor simbólico de las obras maestras y la impresionante recreación artística que presentamos con WWF, es una excelente manera de transmitir a todos, y especialmente a las generaciones jóvenes, lo que está realmente en juego en esta lucha contra el cambio climático”.

 

[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»43472″ img_size=»large»][vc_single_image image=»43471″ img_size=»large»][vc_column_text]

PASADO Y PRESENTE

Inundación y sequía, dos extremos que son consecuencia del cambio climático, mostrados a través de obras maestras del Museo del Prado, en Madrid. Las versiones actuales muestran un escenario alarmante que hay que detener.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=»43470″ img_size=»full» alignment=»center»][vc_single_image image=»43478″ img_size=»full» alignment=»center»][vc_column_text]Western Flag es un objeto de carbono para un mundo en llamas, un monumento para un siglo de consumo. De acuerdo con la COP25, muestra el riesgo potencial que representa el CO2 en una imagen, una manera de representarlo políticamente”, así habla el artista irlandés residente en Viena John Gerrard sobre la instalación creada en 2017, expuesta en el patio del Museo Nacional Thyssen–Bornemisza. Su presentación coincidió con el inicio de la Conferencia de Naciones Unidas para el Cambio Climático, con el apoyo del Ministerio de Cultura de España

Se trata de una instalación a manera de simulación hecha digitalmente, en tiempo real, de una bandera formada por una emisión ininterrumpida de hileras de humo negro. Esta recreación es retransmitida en streaming por el artista desde su estudio en Viena Su mástil está situado en una réplica perfecta de los terrenos de Spindletop, en Texas. Un lugar para nada casual y que refuerza de manera clara, precisa y poderosa el mensaje que encierra la obra, ya que es el lugar de nacimiento de la industria petrolera moderna en Estados Unidos, a principios del siglo XX.

Para Gerrard, su obra Western Flag, que fue originalmente encargada por la televisora Channel 4 de Gran Bretaña para conmemorar el Día de la Tierra en 2017, es un símbolo del mundo occidental, donde el voraz consumo de energía provoca una lenta pero constante agresión ambiental dirigida a la biosfera, pues el CO2 resultado de las emisiones de la quema de petróleo en Spindletop todavía existe hoy en día, y es solo una pequeña porción de su creciente y vasta concentración que está presente en la atmósfera de la tierra.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

RESTAURANTES ECOLÓGICOS

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/3″][vc_column_text]

Relae
COPENHAGUE

Fundado en 2010, este restaurante ofrece un menú donde la sustentabilidad se convierte en su filosofía. Se caracteriza por combinar ingredientes orgánicos, locales y de comercio justo, tendencias que siguen ganado terreno entre las personas que buscan no solamente lo novedoso a la hora de alimentarse, sino contribuir con los cambios necesarios, a través de su apoyo, para que las prácticas más amigables con el medio ambiente también lleguen hasta las mesas y ofertas gastronómicas. Su chef, Christian Pusigli, se esfuerza por incorporar un elemento sorpresa en todos sus platillos.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_column_text]

Azurmendi
ESPAÑA

Aunque fue creado en 1976, este restaurante en el norte de España siempre se ha mantenido innovando en el campo de la oferta gastronómica saludable y sustentable. Desde sus paneles solares y su sistema geométrico para generar energía, hasta su apoyo a los productores locales, todo en Azurmendi está planeado para ser sustentable.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_column_text]

Uncommon Ground
CHICAGO

Si una institución como la Green Restaurant Association lo nombra como el restaurante más verde del mundo, es porque todo allí sobrepasa cualquier expectativa. Cuenta con la primera granja de azotea certificada como orgánica en Estados Unidos, de donde provienen muchos ingredientes, y las bebidas son también verdes, como las cervezas orgánicas que forman parte de su oferta.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]