Los avances en torno a la inmunización son cada vez mayores en el panorama de la salud. Combatir ciertas enfermedades que vienen afectando a la población mundial, a través del desarrollo de vacunas, sigue siendo el reto de la comunidad médico – científica internacional.
Recientemente, le tocó el turno a la chikungunya, pues un equipo de investigadores se encuentra en plena ejecución de ensayos clínicos para la elaboración de una vacuna que promete combatir este padecimiento, la cual ha arrojado buenos resultados de seguridad y respuesta inmunitaria.
Tras una única dosis, la candidata de la empresa francesa Valneva produjo niveles de anticuerpos neutralizantes contra esta enfermedad, transmitida por mosquitos, en el 99 % de los participantes. Solo un 2 % de los voluntarios del ensayo en fase 3 tuvo efectos adversos, calificados como leves o moderados por los responsables del estudio, según reseña el portal The Sinc.
Los resultados se obtuvieron de un ensayo de fase 3, llevado a cabo con adultos sanos de EE UU. Estos indicaron que una sola inyección de VLA1553 contra el chikungunya atenuada con microorganismos vivos es segura, bien tolerada y provoca una respuesta inmunitaria.
Según el estudio, publicado esta semana en The Lancet, la vacuna produjo niveles de anticuerpos neutralizantes los cuales se consideran protectores frente la enfermedad chikungunya en el 99 % de los participantes. No obstante, y dado que el ensayo no se realizó en regiones donde la enfermedad es catalogada como endémica, el equipo científico no pudo investigar si la vacuna protege contra alguna patología posterior.
En la actualidad, no hay vacunas aprobadas para prevenir la enfermedad causada por la infección del virus CHIKV, conocida como chikungunya, ni tratamientos eficaces. No obstante, la autora principal del estudio, Martina Schneider, directora de estrategia clínica de Valneva, afirma que “esta podría ser la primera vacuna disponible para las personas que viven en regiones endémicas, así como para los viajeros a zonas endémicas o en riesgo de un próximo brote”.
El chikungunya se considera una importante amenaza para la salud pública. Informes de la OMS dan cuenta que hasta julio de 2022, había más de 3 millones de casos reportados en las Américas y el impacto económico se considera significativo.
La científica Martina Schneider indicó a The Lancet que “los resultados mostraron una buena persistencia de los niveles de anticuerpos tras la vacunación, lo que es importante teniendo en cuenta que los brotes de chikungunya pueden reaparecer repentinamente. Dado que la edad es un factor de riesgo de gravedad y mortalidad de la enfermedad por chikungunya, la fuerte respuesta inmunitaria observada en los participantes de más edad podría ser especialmente beneficiosa”, subraya.
De acuerdo con el sitio web The Sinc, en el estudio participaron 4.115 adultos sanos en 43 centros de EE UU. De ellos, 3.082 recibieron una dosis de VLA1553 (mediante una inyección en el brazo) y 1.033 recibieron un placebo.
Tomando como referencia el portal intramed.net, la chikungunya es una enfermedad viral transmitida por mosquitos causada por el chikungunya (CHIKV), un virus Togaviridae, transmitido por mosquitos Aedes que, a menudo, causa grandes brotes repentinos con altas tasas de ataque, que afectan a un tercio o tres cuartas partes de la población en áreas donde circula el virus.
La infección conduce a una enfermedad sintomática en hasta el 97 % de los humanos después de tres a siete días después de la picadura del mosquito. Mientras que la mortalidad con CHIKV es baja, la morbilidad es alta.
Los síntomas clínicos incluyen inicio agudo de fiebre, dolor articular y muscular debilitante, dolor de cabeza, náuseas, erupción cutánea y artralgia crónica. Se estima que más de las tres cuartas partes de la población mundial vive en áreas con riesgo de transmisión de CHIKV. Las áreas de alto riesgo de infección son lugares donde los mosquitos portadores del virus chikungunya son actualmente endémicos, incluidas las Américas, partes de África y el sudeste asiático.
