¿Has escuchado alguna vez sobre el síndrome de Asia? Si no has tenido la oportunidad de conocer acerca de esta patología, aquí despejaremos tus dudas. Se trata de una enfermedad poco común que es provocada por la reacción inmune o inflamatoria del cuerpo, que se le atribuye a sustancias extrañas a él (adyuvantes).
Los adyuvantes son aquellas sustancias agregadas a los productos farmacéuticos (vacunas y medicamentos) para potenciar su efectividad, pero en ciertos casos, pueden generar síntomas parecidos a los de una enfermedad autoinmune.
La existencia de esta condición es complicada de determinar, ya que es poco conocida y los síntomas tienden a ser confundidos con los de otras enfermedades autoinmunitarias.
Científicamente no se ha comprobado la razón por la que algunas personas contraen el síndrome de Asia después de estar expuesto a los adyuvantes, pero se ha pensado que existe una predisposición genética que puede influir en el desarrollo de esta condición.
Asimismo, otras investigaciones afirman que exponerse frecuentemente a ciertos adyuvantes puede aumentar el riesgo de tener el síndrome.
En lo concerniente a la prevención del síndrome de Asia, este proceso puede ser bastante difícil, porque los adyuvantes tienden a añadirse a muchos medicamentos y vacunas.
No obstante, algunos expertos recomiendan que las personas con un historial clínico familiar de enfermedades autoinmunitarias o que han presentado reacciones desfavorables a vacunas colocadas en el pasado, aumenta las probabilidades de desarrollar el síndrome y deben evitar a toda costa estos medicamentos.
Los síntomas suelen aparecer por días, semanas o incluso meses luego de la exposición al adyuvante, lo que puede dificultar el diagnóstico médico. Los signos más característicos de esta patología son: dolor, debilidad o inflamación muscular, inflamación articular, fatiga crónica, alteraciones del sueño, pérdida de memoria, deterioro cognitivo, fiebre, boca reseca y otros.
Visita: A siestas más prolongadas, mayor riesgo de sufrir un ictus
En la actualidad, no hay una medicación específica para mitigar los efectos de la enfermedad, por lo que el abordaje de los doctores se enfoca en tratar de manera individual los síntomas.
La indicación médica puede incluir analgésicos para el dolor, antidepresivos para la fatiga crónica y terapias inmunomoduladoras para regular la respuesta inmunitaria del cuerpo.
Una investigación publicada en la revista ‘Nature’ evidenció una probable forma de tratar el síndrome de Asia usando células inmunitarias modificadas.
Los involucrados en la investigación encontraron que, al reestructurar algunas células inmunitarias en el laboratorio, pudieron disminuir la inflamación y mejorar los síntomas en ratones que padecían la enfermedad.
Cabe destacar que, este enfoque aún se encuentra en las primeras fases de desarrollo, debido a que los resultados apuntan a que pueden existir nuevos tratamientos en un futuro no muy lejano.
De acuerdo con informaciones médicas se han detectado varios casos de personas que portan el síndrome de Asia después de haberse expuesto a ciertos adyuvantes, como el aluminio, que se usa en algunas vacunas. No obstante, la mayoría de quienes se vacunan con adyuvantes no suelen desarrollar ninguna afección.
