Los xantelasmas y su estrecha relación con el colesterol

En el ámbito médico, el término «xantelasma» se emplea para describir pequeños tumores benignos o acumulaciones grasas que aparecen alrededor la zona de los párpados. Estas lesiones, a menudo de tono amarillento y con una apariencia nodular, pueden superar un centímetro de tamaño y se manifiestan tanto de manera bilateral en ambos ojos como de forma unilateral. Cuando estas acumulaciones de grasa se presentan en otras partes del cuerpo, se denominan «xantemas».

Estas lesiones cutáneas son fácilmente identificables desde la percepción de un profesional de la salud debido a sus bordes claramente definidos y su peculiar tono amarillo. Además, tienden a mantenerse en tamaño, aunque ocasionalmente pueden aumentar ligeramente, nunca disminuir. Es importante comprender esta condición y su relación con la salud metabólica, ya que la detección temprana y la gestión adecuada son clave para el bienestar ocular y general.

El 50 % de las personas que tienen xantelasmas lo desarrollan debido a niveles elevados de colesterol en sangre. Mientras que el origen del otro 50 %  es desconocido.

Factores que inciden en su aparición

En la mayoría de los casos, estas protuberancias guardan una estrecha relación con los altos niveles de colesterol. Además, la predisposición genética desempeña un papel significativo en su desarrollo. En general, esta patología es más frecuente en los siguientes casos:

• Personas con niveles elevados de colesterol LDL (colesterol «malo») o bajos niveles de colesterol HDL (colesterol «bueno»).
• Individuos con antecedentes familiares de hipercolesterolemia.
• Personas que sufren de cirrosis biliar primaria, una enfermedad hepática que tiende a elevar los niveles de colesterol.
• Ancianos y personas de ascendencia asiática o mediterránea también son más proclives a padecerlos.

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 La estética, un aliado para eliminarlas

A pesar de que se trata de una afección inofensiva, a menos que sea un signo de otra enfermedad subyacente, o de naturaleza cardíaca, los pacientes optan por eliminarla, ya que les resulta molestoso y muchos lo perciben como algo antiestético.

Actualmente, la medicina estética ofrece una gama diversa de procedimientos y tratamientos que ayudan a erradicarla por completo. Aquí destacamos los más novedosos:

• Crioterapia: Este método implica la congelación de la zona afectada con nitrógeno líquido u otros productos químicos para eliminar el depósito de grasa.
• Cirugía Láser: La aplicación de una técnica láser especial llamada CO2 fraccional sobre la zona afectada es especialmente efectiva para eliminar el depósito de grasa.
• Cirugía Tradicional: Esta opción se suele utilizar cuando las lesiones aparecen en los párpados superiores, ya que permite ocultar mejor las cicatrices y aprovechar la disponibilidad de piel. Puede corregirse mediante una blefaroplastia u operación de párpados.
• Electrólisis Avanzada por Radiofrecuencia (RAF): Esta técnica resulta muy efectiva en la eliminación o reducción del xantelasma, evitando su recurrencia.
• Peelings Químicos: Se basan en la aplicación de un tratamiento con ácido tricloroacético (TCA), que suele ofrecer resultados excelentes.
• Tratamiento Farmacológico: En algunos casos, los medicamentos utilizados para controlar el colesterol alto, como las estatinas (por ejemplo, simvastatina, comercializada como Zocor), pueden tratarlo. No obstante, en estos casos, existe la posibilidad de que el xantelasma reaparezca después del tratamiento.

La subespecialidad de la oftalmología que trata este tipo de problemas es la cirugía plástica ocular.

Métodos para su prevención

Una medida eficaz para prevenir la formación de xantelasma es mantener estable los niveles de colesterol, debido a que reducirlo contribuye al tratamiento de esta condición. Para muchas personas, adoptar una dieta saludable y mejorar su estilo de vida son estrategias efectivas para controlarlo. Entre las recomendaciones para disminuir el colesterol, se destacan las siguientes:

• Abstenerse de fumar y limitar la ingesta de alcohol.
• Mantener un peso adecuado para promover la salud.
• Realizar ejercicio diario, al menos durante 30 minutos.
• Limitar el consumo de grasas saturadas presentes en alimentos como la mantequilla.

Milagros Infante

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